viernes, 4 de diciembre de 2020

¿Cabemos todas?

ODS 5: Igualdad de género

Chaima Boucharrafa. Estudiante de Educación Infantil en la UR y participante de la Escuela de Liderazgo Juvenil de Fundación Pioneros.

“Cuando te quites ese pañuelo, podrás hablar de feminismo” “Hemos luchado mucho como para que tú vengas y nos hagas retroceder” “El feminismo y el Islam son incompatibles” “¿Vas a hablar tú de feminismo? En vuestros países no tenéis ni voz ni voto, ¿con qué cara exigís aquí derechos?” “En España ya hay una cultura, o te integras o te vas” “¡Sal sin velo, no tengas miedo!”

Y así podría seguir largo y tendido…

Si pienso en el feminismo que ha acaparado la mayoría de los espacios, me encuentro con el feminismo de la voz única, hegemónico, supremacista y paternalista, el conocido feminismo blanco. Se trata de un feminismo monolítico y simplista, que ignora el amplio abanico de aspiraciones, inquietudes y necesidades de millones de mujeres que no responden a ese modelo femenino occidental. Es un feminismo que dice estar luchando por los derechos y libertades de las mujeres, ahora bien, ¿los de todas las mujeres?

Las musulmanas somos observadas con toda una carga de prejuicios y estereotipos, presentadas al mundo como oprimidas y sometidas al mandato del varón, en definitiva, sujetos absolutamente pasivos. Para argumentar este discurso, en repetidas ocasiones nos señalan países de mayoría musulmana, y nos exigen explicaciones, ¿por qué habríamos de justificarnos por las practicas misóginas y patriarcales de países que ni siquiera son los nuestros? ¿Es que vamos a ser de todos los países menos de este?

Es el velo, sin duda, el tema más recurrente, y no entendemos cómo una tela puede llegar a suscitar tanta polémica, pero estamos llegando a la conclusión de que el problema no es el hijab, lo que ocurre es que no se acaba de aceptar que una mujer pueda decidir sobre su cuerpo, porque cada vez que lo hace hay un dedo que señala y una voz que sentencia; al final todo gira en torno a la figura del hombre, si nos destapamos, es porque claramente estamos intentando llamar la atención de este, si decidimos cubrirnos es porque alguien (hombre) nos está obligando a hacerlo, y yo me pregunto, ¿llegará el momento en el que las prendas usadas por las mujeres dejen de ser debate público?

Nos negamos a aceptar ese discurso de confrontación que divide a las mujeres, que otorga la potestad de decidir cuáles son las feministas válidas y cuáles no. Un feminismo cuyos eslóganes de liberación conciben únicamente el destape para entendernos libres, y cuya doble moralidad pone en evidencia el “si nos tocan a una nos tocan a todas”, y si no, que se lo digan a las jornaleras de Huelva o a las refugiadas; y es que, mientras la sororidad no se aplique a todas las mujeres, no será feminismo.

No queremos formar parte del feminismo que mira hacia otro lado cuando somos violentadas y agredidas, cuando somos expulsadas del espacio público, del ámbito educativo y del mercado laboral. Realmente no es nuestro hijab lo que nos oprime, sino la sociedad que no termina de entender el verdadero significado de libertad, igualdad y convivencia. Porque estamos hartas de tener que justificar nuestras elecciones, de que se hable por nosotras sin nosotras, y de que se nos infantilice al percibirnos como personas incapaces de ser protagonistas de nuestro propio destino. Hartas de tener que hacernos hueco porque no se nos hace hueco, hartas de que se nos instrumentalice utilizando nuestra cara en las portadas el día de las manifestaciones, pero no se nos brinde espacios en los que podamos expresarnos desde la igualdad.

Decimos sin tapujos, que no queremos profetisas de liberación, que bajo el pretexto de salvación, lo que realmente quieren es someternos un proceso de dócil asimilación. Tampoco aceptamos ese discurso de odio llevado a cabo por mujeres que reconocen haber renegado de su condición de musulmanas, que mientras nos humillan y condenan por seguir manteniendo nuestra fe, dicen querer rescatarnos de la opresión. A todas ellas, gracias, pero lo único que queremos es que dejen de reforzar ese patriarcado y afán de imposición contra el que paradójicamente se rebelan.

Cada vez que alzo la voz para decir que yo también soy feminista, me encuentro con miradas de recriminación e inaceptación, me encuentro con toda una serie de requisitos a cumplir como si de un club se tratara, lo cierto es que me encuentro con un muro de hormigón y no solo con un techo de cristal. Esta discriminación seguirá siendo naturalizada, mientras el racismo y la islamofobia institucional sigan perpetuando dinámicas discriminatorias a través de sus múltiples formas de violencia.

Como mujeres de identidades múltiples, con o sin velo, reivindicamos nuestra legitima capacidad de decidir las mujeres que queremos ser y apostamos por el reconocimiento igualitario entre mujeres y hombres para la construcción de una sociedad basada en la equidad y la justicia social.

Que nuestras luchas no nos dividan, porque nos queremos libres, empoderadas y unidas.

viernes, 6 de noviembre de 2020

“Los jóvenes son una parte fundamental de nuestra sociedad”

 Entrevista a Daniel Marín, director general de la Empresa Pionera Grafometal.

¿Cuál es la relación de la empresa Grafometal con Fundación Pioneros?
Tuve la oportunidad de escuchar a Aurora, la Presidenta, hablar sobre Pioneros en una reunión de la Asociación Riojana de la Empresa Familiar y tras informarme sobre la Fundación decidimos colaborar en la medida de nuestras posibilidades. Más adelante Aurora me ofreció incorporarme al Patronato de la Fundación y acepté su invitación.

¿Cómo se puede ser Empresa Pionera?
Entiendo que hay diferentes formas de ser Empresa Pionera. En Grafometal realizamos una modesta aportación económica anual. También colaboramos con el área de Empleo realizando entrevistas de selección de personal para que los jóvenes puedan tener una experiencia en este terreno o incorporándolos a nuestra plantilla cuando hay posibilidades para que conozcan lo que es una empresa industrial.

¿Qué implica para Grafometal ser Empresa Pionera?
Ser Empresa Pionera forma parte de las acciones que bajo el paraguas de la Responsabilidad Social Empresarial tratamos de impulsar en nuestra empresa familiar. 

¿Qué valor le aporta a Grafometal colaborar con Fundación Pioneros?
Pioneros nos hace más sensibles a las necesidades formativas de los jóvenes y nos hace más conocedores de su realidad. También nos permite ver el esfuerzo personal que realizan por superarse y aprovechar las oportunidades que les llegan a través de la Fundación. También es importante para nosotros que los jóvenes entiendan el valor y la influencia positiva que las empresa familiares podemos tener en nuestro entorno cercano cuando son gestionadas de manera responsable, colaborativa y poniendo a las personas en el centro de su atención. 

¿Qué significa para Grafometal ser una Empresa Socialmente Responsable?
Para nuestra empresa familiar es importante poder compartir con la sociedad nuestros valores y parte de nuestro rendimiento económico. Además, es una vía para ampliar la visión que se tiene de los empresarios familiares, dignificando la figura del buen empresario, aquel que entiende que el rendimiento económico, si bien es necesario para que la empresa se mantenga viva, no debe ser el fin último de su existencia.

¿Qué hace Grafometal para ser una Empresa Socialmente Responsable?
Colaboramos con diversas asociaciones y clubes deportivos, con los que nos sentimos identificados por sus valores, por la labor que desempeñan, por sus características…

Grafometal es una empresa que se declara respetuosa con el medioambiente, ¿cómo es su política medioambiental?
El impacto de nuestra actividad industrial sin las medidas de protección y prevención adecuadas podría ser muy perjudicial para el medio ambiente. Nosotros somos muy sensibles a este respecto por nuestro amor a la naturaleza, a los seres vivos y al deporte, y por ello adquirimos el compromiso de desarrollar una actitud responsable con el entorno basada en la mejora continua y en la prevención de la contaminación, cumpliendo la legislación vigente y planificando nuestra política de inversiones para cumplir con estos objetivos. 

¿Cuál es la importancia de insertar a jóvenes en una empresa?
Los jóvenes son una parte fundamental de nuestra sociedad y como tal deben estar representados en el colectivo de una empresa. Aportan sabia nueva, frescura, nuevos enfoques, en definitiva, son lo mejor de nuestro futuro y como tal debemos cuidarlo. 

¿Qué pide la empresa a jóvenes que quieren incorporarse al mercado laboral?
Fundamentalmente pedimos actitud y que sean buenas personas. Ambas cualidades son clave para fomentar un buen aprendizaje, un buen trabajo en equipo, una buena disposición, y con todo ello generar un buen ambiente de trabajo.

¿Qué diferencia a Fundación Pioneros de una agencia de colocación?
No tiene nada que ver. Pioneros forma a los jóvenes desde una concepción muy humanística, ayudándoles a superarse, a descubrir y potenciar sus talentos y habilidades innatas, a convertirse en la mejor versión de sí mismos…

¿Cómo es la experiencia de insertar a jóvenes de Fundación Pioneros en Grafometal?
Los casos que hemos tenido han sido muy satisfactorios para nosotros. Hemos visto como valoraban la oportunidad que se les daba y como hacían todo lo posible por mejorar y por integrarse en nuestra empresa colaborando al máximo de sus posibilidades.

viernes, 2 de octubre de 2020

Hablemos de la emoción

 ODS 3: Salud y bienestar

Sonia Fontecha Heras. Psicóloga sanitaria y educativa. Vocal del área de Emergencias del Colegio Oficial de Psicólogos de La Rioja.

Desde que se declaró el estado de alarma el pasado mes de marzo, nos hemos visto inmersos en una alteración de nuestra rutina y nuestra cotidianidad. 

Las realidades han sido bien dispares: desde estar confinados en pequeños espacios con nuestros hijos, a vivir solos el devenir de esta pandemia, para la que nadie nos había preparado.

Desde entonces hasta ahora, nos hemos visto invadidos por una gran cantidad de emociones: sorpresa, asombro, incredulidad, negación, sensación de irrealidad, rabia, tristeza, miedo.

Sin olvidar que las reacciones han podido ser muy diversas: desde el sentimiento de agotamiento, o sobrecarga del personal sanitario y todos aquellos profesionales que han estado en la primera línea de esta batalla, a la alegría de saber que nuestros seres queridos se encontraban bien. 

Y todas las emociones han tenido cabida, porque si algo ha caracterizado este período es la novedad, incertidumbre y cambio continuo que nos ha exigido a todos, cuanto menos, un esfuerzo de adaptación.

¿Qué podemos hacer? 
Entender que las emociones son naturales, y, en la mayoría de sus casos, adaptativas, nos ayuda a no tener más miedo al miedo. Así, identificarlas, contextualizarlas, compartirlas nos ayuda a resituarnos y a elaborarlas. A rebajar su intensidad, para con el tiempo poder ir integrando este suceso y salir fortalecidos.  

Frente al miedo, es sano buscar protección. 

Frente a la tristeza, nos ayuda buscar consuelo. 

Frente a la rabia, podemos aceptar nuestros límites, analizar qué puedo cambiar y ver qué necesito para ello. 

Frente a la ansiedad, es momento de enseñar a nuestra mente que pese a todo, podemos convivir con esta sensación de vulnerabilidad y aprender a protegernos. Nuestro cerebro ha recibido la señal de peligro o alarma, y este reacciona rápidamente con el objetivo de salvarnos. Descondicionar el miedo a la respuesta de ataque-huida nos permitirá entender la respuesta de nuestro organismo.

Frente a la alegría, no hemos de castigarnos, culpabilizarnos u ocultarla si la sentimos. Tenemos derecho a ser felices.

Y ahora, ¿qué? Decálogo emocional POST COVID - 19

1. Es importante, entender y naturalizar las emociones que sintamos y no juzgarnos por ellas. Pese a lo dolorosa / temerosa/ angustiante que nos pueda resultar esta situación, se pasará. 

2. Podemos cambiar cómo nos sentimos, podemos cambiar cómo actuamos y cómo pensamos. 

3. Analiza otras situaciones vividas que te hayan resultado difíciles, y recuerda cómo las superaste. Pon en marcha esos recursos de apoyo / afrontamiento cumpliendo siempre con las medidas de seguridad. 

4. Trata de mantenerte activo. Hacer deporte es el mejor aliado del buen humor.

5. Mantén una rutina de sueño/ alimentación y un equilibrio entre las horas de descanso y actividad. 

6. Come sano, hidrátate. 

7. Comparte lo que sientes. Es natural que la mayoría de personas experimenten intensas emociones. Compartirlo nos ayuda a manejarlas. 

8. Realiza actividades que te resulten agradables y/o placenteras. 

9. Frente a la dificultad: oportunidad. Focalízate en el momento presente y en lo que puedes aprender de ello, en los aspectos positivos que esta situación te haya podido traer. 

10. Mantén una actitud POSITIVA frente a la vida, y los demás. No dejes de sorprenderte. A veces nos ocurren acontecimientos negativos, pero también positivos. No te olvides de estos, porque te seguirán sucediendo.

viernes, 4 de septiembre de 2020

Gracias, Jesús

 Laura Sierra Balmaseda. Educadora Social y Psicopedagoga.

Era viernes de una mañana de agosto, muy lejos de Logroño intentando reponer energía para afrontar un presente cargado de incertidumbre, cuando en mi teléfono aparece la noticia de tu muerte.

La tristeza, la rabia y la impotencia se apoderan de mí. Tristeza por tu muerte, la de un chico joven con ilusiones y sueños pendientes aún de cumplir. Rabia porque tu muerte no es ley de vida, aunque cualquier muerte duela, la tuya no tocaba todavía, demasiado temprana fruto de este virus que tiene descolocado a este planeta y a su manera de vivir. Impotencia por no poder acompañar a tu familia, a tu querida familia, en tu triste despedida…

Pasados unos días y cuando estos sentimientos se van serenando, un impulso dentro de mí me lleva a escribir unas palabras para rendirte un pequeño y humilde homenaje:

Gracias, Jesús, por todo lo aprendido junto a ti y tu familia durante aquellos maravillosos años en los que iniciaba mi camino como educadora en Pioneros. Tu hospitalidad, tu generosidad, tu espíritu crítico y tu actitud proactiva en un proyecto educativo que tenía por objetivo favorecer el desarrollo integral de la infancia, juventud y familia, del que tú eras uno de sus principales protagonistas, facilitó mi ilusión por formar parte de él. En mi memoria guardo grandes recuerdos que ahora afloran más que nunca: campamentos, excursiones a la playa, actividades en nuestro local del barrio de San Antonio, horas y horas de conversaciones en el barrio, la boda de tu hermana…Y te recuerdo como el bastión familiar, el pequeño de los hermanos con sobrinos de edades muy similares a la tuya a los que cuidabas y querías con locura. Siempre dispuesto a ayudar, siempre disponible para colaborar.

La vida durante estos últimos años te lo puso difícil, te tocó enfrentarte a demasiadas situaciones duras, pero tú seguiste hacia adelante con espíritu de lucha y superación, buscando siempre mejorar y conseguir tus sueños, cumpliendo muchos de ellos.

Gracias, Jesús, porque tu muerte me impulsa a hacer algo que llevo años pensando, quizá por mi propia experiencia vital, y que hasta ahora no había sido capaz de hacer, supongo que porque vivimos en una sociedad que se posiciona de espaldas a la muerte, en la que la muerte es un tabú, un tema incómodo, una realidad que se oculta, que se niega. Así que hago un llamamiento a toda la comunidad educativa para recordar lo importante que es ayudar a nuestros niños y adolescentes a abordar la muerte, y en general toda pérdida importante (separación de padres, desamores, inmigración…), y a gestionar el proceso de duelo tanto a nivel preventivo como de intervención, siendo esta una cuestión fundamental para favorecer su desarrollo integral. El duelo es un proceso natural de adaptación, es un camino que debemos recorrer siempre que perdemos a alguien o algo importante en nuestras vidas, y en este camino nos toca aprender a vivir sin esa persona o sin aquello que hayamos perdido. Si apostamos por educar sobre el duelo, ayudaremos a entenderlo, a naturalizarlo, aportaremos una maleta de recursos y herramientas que les facilitará recorrer el camino del duelo y sus diferentes etapas de una manera saludable. Para ello también es necesario que nosotros, como compañeros de viaje, tengamos nuestra propia maleta para saber hacerlo. En general, no estamos preparados para la muerte y mucho menos para la muerte de una persona tan joven como tú, ni para gestionar y acompañar en el proceso de duelo a las personas que han perdido a un ser querido. Aunque hay mucho avanzado gracias a expertos en esta materia que imparten formaciones, elaboran materiales y guías muy útiles, profesionales de la educación y familias que se atreven a ponerlas en práctica, todavía queda mucho por hacer para que de verdad la muerte forme parte de la vida. La actual pandemia que estamos viviendo, y que acabó tan pronto con tu vida, nos hace hoy más que nunca mirar de frente a la muerte, siendo conscientes de que nadie estamos libres de ser la diana de este terrible virus y que son miles de personas en nuestro país, millones si contabilizamos las de todo el planeta, las que han perdido a algún ser querido, y la mayoría de ellas ni siquiera han podido despedirse, lo que aún complica más si cabe el proceso de duelo. Creo que es un gran momento para dar a la experiencia de pérdidas y duelo la importancia que merece, además de en el sistema educativo y socio-familiar, también en lo referente a la salud.

Muchas gracias, Jesús, por haberme dado la fuerza para escribir estas líneas, por todo lo aprendido, compartido y reído contigo.

viernes, 7 de agosto de 2020

Conectados aprendemos, conectados resistimos

ODS 4: Educación de calidad 
Paula Castrillo. Comunicadora, especializada en Cooperación Internacional.

Cuando los desafíos se hacen aún más complejos necesitamos resignificar los medios, revisar nuestro abanico de herramientas y capacidades. Cuando la perspectiva escasea y abruma, toca moverse y abrirse a una nueva y más inclusiva realidad. Tenemos que esforzarnos por ampliar la mirada, los diálogos, flexibilizar y estar disponibles al cambio. Ocupar otro lugar, más mental y relacional que físico. 

La situación de “distancia-aislamiento social” y las restricciones que venimos experimentando tratando de proteger la vida y los sistemas de salud frente a una pandemia de (des)proporciones mundiales, es una constante en la vida de miles de personas y comunidades tradicionales que viven en las zonas rurales de todo el mundo. 

El semiárido de Brasil es una de ellas. Aquí escasean servicios básicos de salud, sanidad, movilidad y comunicación. Falta tanto el agua y el alimento como empleo, información, conexión y tecnología. Estos últimos, son derechos que se les niega al 70% de las y los jóvenes que viven en zonas rurales como las de Itiúba, a casi 400km de la capital más cercana, Salvador. Derechos que nos permiten seguir aprendiendo y desarrollando alternativas desde y para el empoderamiento de mujeres, jóvenes y comunidades, evitando que se amplíen las brechas educativas y, sobre todo, diseñando un futuro que no deje a nadie atrás. 

En el semiárido, resistencia y resiliencia son saberes y prácticas cotidianas, que se trabajan en proyectos de cooperación, socioeducativos, culturales y de innovación social con jóvenes y familias, tanto la Asociación Lar Santa María como otros agentes locales. La conexión a las nuevas tecnologías de información y comunicación es más relevante que nunca, significa pertenecer y poder seguir.

El estar conectados es un punto de partida y un camino. Nos permitió reunir ideas de colaboradores y estudiantes, antiguos y actuales, distribuidos por Estados Unidos, Brasil y España y lanzar una campaña de recaudación para constituir el fondo de nuevas tecnologías en el “Brasil profundo” para ofrecer ordenadores portátiles a 250 estudiantes, expandir la conexión para las zonas desconectadas y capacitarnos en la enseñanza híbrida. 

La pausa y suspensión de actividades sociales y educativas, permitió acelerar una transformación profunda y muy necesaria, ampliando la reflexión, implicación y empoderamiento del equipo del Lar Santa María y las comunidades con las que actuamos, en un proceso creativo, colaborativo, con comunicación más fluida y la necesidad común de encontrar alternativas para la movilización y supervivencia, de las personas, de los proyectos y de la ONG. Esta búsqueda por alternativas remotas o digitales, con enfoque en la educomunicación e inclusión, supone además un salto en las competencias del equipo y de los líderes comunitarios para dibujar y manejar nuevos tiempos.

El esfuerzo de mapear estudiantes y acceder a sus realidades a través de algunas actividades vía dispositivos móviles y portátiles, nos permite trabajar y acompañar el desarrollo de capacidades de jóvenes de forma más individualizada; estar cerca e implicar a las familias en el proceso de enseñanza-aprendizaje y otras iniciativas de empoderamiento y desarrollo comunitario, así como percibir y acoger otras necesidades, situaciones y vulnerabilidades (como violencia, explotación, hambre) que se incrementan con la situación de incertidumbre y crisis que estamos experimentando.

En otra dimensión, nos hemos dado cuenta de que es posible seguir haciendo cosas en colaboración, entre todas y todos, y fortalecer lo comunitario de forma lúdica dando oportunidad a dialogar y promover desarrollo con más personas y grupos que antes. Hacer y fortalecer las cada vez más famosas redes sociales -también las de apoyo- como instrumentos efectivamente sociales, culturales, participativos y de transformación social. En definitiva, asentar nuestro papel de educadores en los territorios on y offlines.

Si hay un momento para optimizar el acceso y compartir conocimientos, experiencias, voces y herramientas diversas, es el ahora. Colaborando a articular estrategias y ampliando nuestra capacidad de responder a los retos y necesidades que se nos presentan para reinventar la convivencia, la comunidad, el propio sistema educativo y de protección social, local y global, y transformar la realidad. Aprovechémoslo habilitando la corresponsabilidad, la representatividad y permitiendo la participación de todas y todos en esta experiencia transformadora y educativa de por sí. 

viernes, 3 de julio de 2020

Hijos de la Chancla


Chema Burgaleta. Educador social especialista en adolescencia y juventud.

Mucho antes de que supiéramos qué es un dron, en casa ya reci­bíamos ataques aéreos selecti­vos cuando nos encontrábamos realizando fechorías. O al menos fechorías desde el punto de vista del establishment, que no siempre coincidía con nuestro criterio sobre la dicotomía bueno-malo.

Ese ingenio de ataques por sorpre­sa, solía adoptar la forma de chancla en su prototipo más eficaz. Reunía todas las características deseables para un arma precisa. Ligereza, flexi­bilidad, y aerodinamismo. Tan apta era, que mucho antes de que Ro­ger Federer se consagrara como el maestro de la bola liftada, mi madre era capaz de conseguir que la chan­cla doblara las esquinas del pasillo o esquivara muebles para alcanzar el objetivo que huía escurridizo y que ingenuamente se daba por protegi­do al no tener contacto visual con la responsable del disparo.

Somos Hijos de La Chancla. No solo mis hermanos y yo. Hablo de mi generación, que se ha hecho vie­juna y ahora se embute en el traje de luces para torear en sus propias plazas y enfrentarse a sus propios retos educativos.

Somos Hijos de La Chancla, no por­que nuestros progenitores estuvie­sen posicionados en el paradigma del Condicionamiento Operante de Skinner de forma premedita­da. De hecho, dudo que en el caso de mis padres supiesen quién era este señor y de qué iba su movida. Somos herederos de un método de crianza ancestral. Puede que incluso atenuado por traumas cul­tivados en el corazón de nuestros padres cuando ellos eran infantes y fueron adiestrados en los tiem­pos del Paquito Pantanos, donde la vara de rosal o el borrador volador de fieltro y taco de madera, eran el pan nuestro de cada día.

Aquí estamos. Los Hijos e Hijas de La Chancla. La cosa no ha salido del todo mal. Al menos eso dice mi ma­dre que -a toro pasado- cree que los frutos del método son de una cali­dad aceptable, a tenor de los resul­tados. No obstante está dispuesta a afrontar los gastos de un psicólogo si lo dictamina un juez. Yo no seré quien la contradiga. Jamás se con­tradice a mi madre (es uno de los aprendizajes del método).

Pasaron los años y la rueda de la fortuna que es vivir, me ha hecho educador. Con ese destino he podi­do conocer a Skinner. Su método y sus técnicas asociadas. Ponerlas en práctica y conocer sus potencialida­des y sus limitaciones.

Conocer esa mecánica me ha dado la posibilidad de cuestionar lo que viví, comprender el “cómo” y el “por qué” de sus efectos sobre mí, y re­plantear mi propio método. Tomar conciencia de lo incrustado que está en mi ADN pedagógico esa forma de hacer, junto con otros tantos a los que fui expuesto. Tomar conciencia es esencial para deconstruir aquello que fue construido, y remozarlo con nuevas aportaciones de otros mun­dos educativos que ahora se abren ante mí.

El “chanclazo” es una técnica poco adecuada que podríamos enclavar en el grupo de Castigo. Este gru­po de técnicas pretende provocar consecuencias desagradables (o retirar algunas agradables) cuando aparecen conductas no deseadas en los chavales. Básicamente, lo que la teoría dice es que si provocamos estas consecuencias poco gratas, en el futuro, durante situaciones simila­res los chavales no volverán a com­portarse de la misma manera, para evitar tener que enfrentarse a las consecuencias. Por desgracia, aquí hablamos de tantas y tantas cosas que puede que hayamos vivido en nuestra educación y que quizás es­temos repitiendo ahora como edu­cadores. Broncas, cates, amenazas, gritos, desprecios, desafecto, humi­llaciones, tareas tediosas, arrestos domiciliarios…

Es muy probable que la mayoría de padres y madres no puedan evitar castigar, porque el castigo es una de las herramientas que, de ma­nera más o menos consciente, arti­culamos en la práctica educadora. Pero como todo en la vida, el cas­tigo puede funcionar bien o mal, o provocar más daños que beneficios en función del nivel de conocimien­to de los entresijos de la técnica y nuestra habilidad para hacer las co­sas de la mejor manera posible en cada momento.

En cualquier caso, el primer paso para mejorar como educadores pasa por tomar conciencia de nues­tra práctica. Educar de forma cons­ciente como antesala del cambio. Un cambio a mejor, en el que po­damos desterrar poco a poco aque­llas formas de hacer con las que no queremos seguir relacionándonos, o mantenerlas pero optimizando su eficacia y proporcionando su uso en relación a otros modos de educar. Porque aunque a los Hijos e Hijas de la Chancla nos parezca increíble, ha­berlos los hay.

Web Recomendada

UNIVERSIDAD DE PADRES universidaddepadres.es

Lectura recomendada
PADRES CONSCIENTES: EDUCAR PARA CRECER
Shefali Tsabary

Cambiando por completo la idea tra­dicional de crianza, Shefali Tsabary, aleja el epicentro de la clásica rela­ción padres-hijos basada en que los primeros «lo saben todo» y lo lleva a una relación mutua en la que padres y madres también aprenden de sus hijas e hijos.
Este innovador estilo parental reco­noce la capacidad de los hijos para provocar una profunda búsqueda interior, lo que origina una transfor­mación en los padres: en vez de ser simples receptores del legado psico­lógico y espiritual de sus progenito­res, los hijos obran como «facilitado­res» de su desarrollo.

viernes, 5 de junio de 2020

¿Eres inmigracionalista y no lo sabes?

Yanitza Torres G. Periodista. Proyecto Inmigracionalismo. Rioja Acoge.


Las palabras inmigración y sensacionalismo por separado se entienden, pero el “inmigracionalismo” ¿de qué va? ¿acaso yo soy ‘inmigracionalista’?

El “inmigracionalismo”, es decir, el sensacionalismo en las noticias sobre cuestiones migratorias, es un concepto difundido por Red Acoge y que en Rioja Acoge hemos visto necesario añadir a nuestro vocabulario, ya que la realidad mostrada acerca de este tema en los medios no corresponde con lo que, como organización, entendemos y observamos en la sociedad.

Los medios de comunicación nos informan sobre los acontecimientos, nos acercan las realidades, sientan las bases del imaginario social y de cómo percibimos a otros colectivos. Su responsabilidad es innegable. Por ello, con el proyecto Inmigracionalismo, buscamos establecer un diálogo constructivo con periodistas y público general, con el fin de generar un pensamiento crítico ante la información y analizar la distorsión que desde los medios se da sobre las personas migrantes.

Actualmente estamos trabajando en el octavo estudio de medios: “Inmigracionalismo. Avanzando en el discurso positivo”. En total, somos nueve equipos de trabajo distribuidos en distintas zonas del país: Córdoba, Burgos, La Rioja, Madrid, Murcia, Salamanca, Valencia, Valladolid y Vigo. Específicamente en Logroño, desde el área de comunicación de Rioja Acoge, estamos participando en esta nueva etapa de seguimiento a las noticias.

Tras estos años de proyecto, recopilamos una serie de aspectos a mejorar y errores comunes entre los que destacan: el abuso de fuentes solamente oficiales, la criminalización de los menores no acompañados, la doble discriminación que se ven obligadas a sufrir las mujeres migrantes, la escaza presencia de historias de personas refugiadas, las críticas al discurso de odio de otros países, pero no al nuestro propio… En general, todas aquellas ideas que impulsan una imagen sensacionalista, simplificada, estereotipada y que genera una serie de prejuicios.

Mientras se erigen líderes políticos internacionales con ideologías claramente xenófobas, nos preocupa que calen en la opinión pública tales ideas simplistas. Un pensamiento que debe sustituirse por un discurso que genere una mayor cohesión social y que ayude a comprender que la diversidad es parte de nuestra riqueza como sociedad. Que la migración es parte de nuestra naturaleza humana. Entender que todas las personas tenemos derecho a buscar una vida mejor. Nuestro argumento no es disfrazar la realidad o caer en ser proteccionistas, sino de promover un tratamiento honesto para que todas las personas nos veamos representadas correctamente.

Como ciudadanía debemos estar alerta y no permitir que la xenofobia gane más terreno, evitando ser indiferentes ante el inmigracionalismo. Porque hoy todos conocemos una historia de migración o somos parte de ella.

En el proyecto, además de recopilar artículos mejorables, también resaltamos una categoría de noticias “libre de inmigracionalismo”, que subraya el buen trabajo sobre migración, con el fin de tener referencias que correspondan con un tratamiento más ético y justo. Todas las personas -ya sea que trabajen generando noticias o sean quienes las lean- podemos construir unos medios de comunicación libres de inmigracionalismo.

A final de año presentaremos el nuevo estudio que estamos realizando. Mientras tanto, se puede conocer más sobre el proyecto en el blog de nuestra asociación (riojaacoge.blogspot.com), en la página web www.inmigracionalismo.es y consultar los manuales de buenas prácticas, dos guías breves sobre comunicación y migración.

Aún queda camino para conseguir una sociedad integrada y respetuosa con la diversidad y para ello, el papel de los medios de comunicación y de una población vigilante y participativa es fundamental.


viernes, 8 de mayo de 2020

Sabemos construir tiempos mejores

Ángeles Roa. Coach, formadora, consultora.

Por más que nos lo repitamos no es posible volver a la rutina anterior.

Este período 2020 cierra un ciclo, algo se ha movido afuera que nos conduce a una transformación interna para crearnos un bienestar distinto, y es nuestra responsabilidad el construir un futuro diferente al que nos están augurando, si así lo decidimos.

La actitud que cada uno elijamos adoptar contribuirá a crear nuestra vida personal y la del resto, porque nunca somos ajenos a lo que tenemos.

La pandemia nos obliga a parar nuestra rutina y hacer un retiro en nuestros hogares, a “habitarnos” y revaluar cuestiones que con el ritmo que llevábamos no podíamos afrontar, a valorar que estamos vivos, revisar qué nos importa y descubrir qué es lo que necesitamos de verdad para ser felices.

Y aunque muchos todavía no puedan percibir con claridad el cambio, ni se lo crean, lo vivido dentro y fuera de nosotros nos impulsa a desplegar un nuevo yo capaz de estar a la altura de un nuevo orden personal y social.

Hemos pasado y nos quedan situaciones que nos llevan al límite para darnos cuenta de que lo que nos hace libres no es el poder salir o no a la calle, si no las limitaciones y los condicionamientos que cada uno de nosotros tenemos por nuestra forma de pensar y de vivir.

El propio gesto de lavarnos las manos para evitar los contagios nos indica que estamos en un proceso de limpieza, de ver lo que nos sirve y lo que no y de soltar cargas en esta etapa que hemos iniciado ya.

No parece viable afrontar lo nuevo con viejas formas y estructuras de pensar, toca construir nuestra individualidad dentro del colectivo, integrar en nuestras almas los momentos de unión y aplauso y evitar que se conviertan en imágenes para el recuerdo.

Y en este nuevo orden que estamos aprendiendo a respirar, la gestión emocional va a ser clave para superar el miedo, la tristeza, la rabia y la angustia vividas y que vendrán, y para entregarnos más fácilmente a hacer los cambios y ajustes que cada uno de nosotros necesite para hallar su propio equilibrio y el de todos.

El reto está en abrirse a encontrar soluciones distintas a problemas viejos que los humanos solemos arrastrar en lo nuevo, y en tomar la fuerza de saber que nuestra historia nos demuestra que nos las sabemos arreglar muy bien para construir tiempos mejores aún teniendo temas importantes como la economía, la salud, el trabajo y el trauma encima de la mesa.

Este camino que emprendemos requiere cuidarse, poner el foco en lo bueno que tenemos y somos y en lo que queremos ver crecer, adoptar un discurso interno y externo positivo y de posibilidad, de sabernos capaces de resurgir de las circunstancias, de entrar en contacto con eso que cada uno tiene de excepcional y redescubrirlo, conectar con esas situaciones de crisis que superamos y rescatar nuestra fuerza, escuchar nuestra sabiduría interna, alimentar la esperanza y no la decepción, mostrarnos vulnerables, pedir ayuda profesional y a nuestro entorno, cultivar solidaridad, no “anclarnos” en el dolor y el malestar que podamos estar viviendo y encontrar permanentemente formas en las que sentirnos útiles para nosotros y para los demás.

Puede que nuestras calles sigan siendo las mismas, pero nuestros caminos no, y aunque algunos todavía no puedan verlo, como decía Gandhi, somos nosotros los que marcamos la dirección de los cambios que queremos ver en el mundo.

¿Qué es lo que quierever tú?

viernes, 3 de abril de 2020

Psicología durante el confinamiento



Víctor García Lorente. Psicólogo clínico. Educador en Medidas Judiciales de Fundación Pioneros.

Prácticamente nadie desconoce las recomendaciones oficiales del Gobierno y profesionales para el confinamiento reflejadas en páginas web, noticias en televisión, mensajes virales, etc. Son muy similares y acertadas en los puntos que describen: seguir las recomendaciones oficiales de medidas de prevención, mantener rutinas diarias (de sueño, comidas, deporte, ocio, higiene…), contactar con familiares y amistades, evitar la sobre información (centrarse solo en noticias oficiales y contrastadas científicamente), etc.

En este artículo voy a centrar el foco en la parte más relacional y convivencial de la cuarentena con hijos e hijas y con la pareja.

La máxima intensidad interaccionalmente hablando es la que introduce a hijos e hijas en la ecuación. Nos encontramos que la atención que padres y madres les dedican es inversamente proporcional a su edad, es decir, cuanta menos edad tienen más atención y cuanto más mayores, menos. Todo esto es normal por la disminución de necesidades básicas parentales al aumentar la edad. No obstante voy a apuntar,  partiendo de las diferentes etapas, aspectos que son más fácilmente descuidables:

En la etapa infantil, hay que intentar facilitar algunos momentos de auto-juego, es decir, fomentar que comiencen a entretenerse solos para comenzar así a trabajar su autonomía y para facilitar el descanso de madres y padres. Esto no quita el que haya que acompañarles la gran parte del día tanto en tareas formativas como lúdicas.

En la etapa de primaria, además del auto-juego también hay que introducir algo de autonomía en sus tareas formativas y fomento de algunas tareas domésticas. Esto no quita que haya que invertir un tiempo importante en supervisar sus tareas formativas y compartir tiempo de ocio.

En jóvenes de secundaria todo lo contrario, es decir, tienden a aislarse más, por lo tanto, es importante fomentar momentos de conversación sobre sus intereses y preocupaciones, además de compartir algunos momentos de ocio. También, destacar la importancia de la adecuada resolución de conflictos ya que el factor de marcharse de la situación de conflicto y airearse para relajar la situación se elimina. Por ello, se sugiere en la medida de lo posible, cortar la discusión y separarse físicamente en el momento en el que se comience a aumentar el tono de voz (en la medida de lo posible ya que no se puede salir del domicilio) siempre emplazándola a otro momento más tranquilo, es decir, no eliminándola si no aplazándola.

En cuanto a la interacción entre parejas, destacar que, a causa de la cuarentena, se va a producir un contacto convivencial muy superior al habitual. Esto tiene, evidentemente, ventajas e inconvenientes. Las ventajas son relativas al aumento de la comunicación (más conversaciones y de más temas), aumento del contacto (afectivo y sexual), aumento de actividades en común y reparto de tareas domésticas (esto también es fuente de conflictos en algunos casos). Los inconvenientes suelen venir derivados por el exceso o el fracaso en la negociación de algunos de los aspectos anteriores, por el exceso de expectativas sobre la pareja o por trastornos derivados del aislamiento. Para evitar o disminuir dichos inconvenientes, se sugiere: mantener espacios individuales a diario (lectura, meditación, juego…), hacer planes por consenso, conseguir ceder en algunas ideas o intenciones , nombrar también las cosas que no nos están gustando de nuestra pareja, repartir los tiempos de intervención durante las discusiones y, como dijo el psicólogo Javier Urra hace unos días: “no olvidar decir las palabras clave: te quiero y perdona” a las que yo añado: “creo que lo has hecho muy bien” y “qué suerte tengo de vivir esta cuarentena a tu lado”.

Si bien los sentimientos de agobio, frustración, tristeza y miedo son habituales, por mi experiencia, psicólogos y psicólogas por medio de la terapia online estamos siendo una herramienta útil a la que recurrir.

viernes, 6 de marzo de 2020

¿Otra escuela es posible?

Luis Miguel Uruñuela, pedagogo, director asociación Berriztu

En primer lugar, quisiera hablar de una cuestión que puede resultar complicada y tendenciosa. Tiene que ver con la comunicación humana, como es el uso de algunos términos/ conceptos cuando nos referimos a una realidad concreta. ¿Cómo referirnos a un tipo específico de alumnado que es “usuario” de los llamados programas complementarios de escolarización (la denominación varía según las comunidades autónomas). En primer lugar se les engloba dentro de “Atención a la diversidad”. Unas personas son diversas –para las que se crean programas- y otras no parecen diversas pues no se crean programas para ellas. Según el Diccionario de la lengua española (RAE) diversidad significa variedad, desemejanza, diferencia. Es decir, programas para atender a personas que no son semejantes, que son diferentes. Por cierto, el antónimo de diversidad es homogeneidad. Pero para una escuela que pretenda ser inclusiva o todo el alumnado presenta variedad, diferencia o nadie. ¿Es una cuestión de términos sin más, una mera e inocente manera de hablar o con esos términos se están metiendo “cargas de profundidad”?

Dentro del alumnado que se suele calificar como diverso está un sector categorizado con “graves problemas de conducta”. En general este es un gran baúl en el que se mete a una serie de alumnos y alumnas, las cuales, por decirlo de una manera suave “no caben” en la homogeneidad. Después de varias oportunidades (se suelen llamar adaptaciones curriculares), por ser diversos, es decir, no homogéneos, se les incluye en el tipo de programas conocidos como “complementarios” y salen de la escuela, eso si, con la intención de que vuelvan a ella una vez sean capaces de entrar en el grupo homogéneo. Según nuestra experiencia, en más de 5 años implementando estos programas con este tipo de alumnado, ninguno/a ha vuelto a la escuela ni ha deseado hacerlo. Es más, para la mayoría, el peor castigo que podemos utilizar cuando realizan alguna conducta grave, es que vuelvan unos días a la escuela/ instituto.

Pero ¿es posible mirar la cuestión desde otra perspectiva? Normalmente se utiliza la perspectiva unidireccional de la escuela hacia estas personas. Pero ¿sabemos con qué gafas miran ellos y ellas a la escuela? Es decir, el otro punto de vista.

Además, ¿qué pasa cuando se les da la voz a las personas que son metidas en ese colectivo? Decidimos dar al grupo de complementaria con una serie de preguntas sencillas y respuestas abiertas, es decir, las contestaciones las daban ellos, no estaban dadas a modo de test. Y esto es lo que nos contestaron:

¿Cómo te comportabas en el instituto?
Mal= 8
Bien=1
Bien y mal=1
Depende de cómo me trataran=1
¿Cómo te trataban los profesores?
Mal= 6
Algunos mal=4
Bien= 2

¿Diferencia entre este año y el anterior?
Estoy mejor=5
Sirvo para algo=1
Me tratan mejor= 1
Me siento ayudado=1
Los profesores y el ambiente en clase= 1
El comportamiento y las notas=1

¿Cómo es tu relación con los profesores este año?
Perfecta= 1
Muy buena= 7
Buena= 4

No se trata de una encuesta formal-académica-científica. El objetivo era dar voz. Esa voz se repite a lo largo de los años, nadie vuelve, tal y como en teoría se espera de estos programas. Nos podemos preguntar, ¿qué pasa cuando hay personas que rechazan a la escuela y la escuela les rechaza a ellas? Es decir, en mutuo rechazo.

No tenemos soluciones a estas preguntas que formulamos en este artículo, tan solo intentos balbucientes. Se suele decir que la escuela es reflejo de la sociedad en la que está insertada, entonces nos podemos preguntar si ¿otra sociedad es posible?

viernes, 7 de febrero de 2020

Lo que los índices educativos esconden (y muestran)


Roberto García Montero. Maestro y Doctor en Educación. Coordinador del área de Formación de Peñascal Kooperatiba.

Nuestro sistema educativo tiene un mal estructural. Queda demostrado en las cifras de jóvenes que curso tras curso son “centrifugados” por el sistema ordinario sin alcanzar los objetivos de la enseñanza obligatoria. El sistema está concebido para atender al conjunto de la población joven. Sin embargo, sus resultados no son eficientes, ya que su finalidad es proveer al conjunto de la ciudadanía de una formación de carácter básico que garantice un funcionamiento social integrado y normalizado. Un sistema que atiende a TODA la población y tiene unas cifras de fracaso académico como las que existen en nuestro país, no está respondiendo de modo eficiente a las situaciones que presentan todos y cada uno de los jóvenes a que debe atender. Desde que el sistema es general y obligatorio, y tras pasar por sucesivas reformas establecidas (LOGSE, LOCE, LOE, LOMCE y las que apuntan por venir) no se ha alcanzado la adaptación necesaria como para transformarse en un sistema inclusivo que responda a las diversas situaciones, ritmos y circunstancias de todos y cada uno de los jóvenes que entran en él.
Lo llamativo del caso es que nunca hemos sabido con precisión de cuántos jóvenes estamos hablando cuando nos referimos a este fenómeno. En las últimas décadas se han utilizado distintos índices para cuantificar el fenómeno, pero ninguno responde directamente a la pregunta que casi todos nos hacemos ¿cuántos jóvenes salen cada curso del sistema educativo ordinario obligatorio sin haber alcanzado los objetivos propuestos en él?
La tasa de fracaso escolar es el indicador más antiguo. Mostraba a la población que no alcanza el título de enseñanza básica. Su problema es que ofrecía un porcentaje sobre el total de alumnado matriculado en el último curso y se “olvidaba” de todo el alumnado que no conseguía alcanzar ese último curso y se quedaba por el camino. Este índice ha dejado de publicarse en los últimos años, siendo sustituido por otros.
La tasa bruta de graduación en ESO se utiliza desde hace algunos años por parte de la Administración Pública. Muestra “la relación entre el alumnado que termina con éxito esta etapa educativa, independientemente de su edad, y el total de la población de 15 años (último curso de escolarización obligatoria)”. Es un índice que ofrece un cálculo aproximado del éxito académico sobre lo que debiera ser, si el itinerario escolar obligatorio finalizase en plazo. Sus déficits son que no refleja datos reales de referencia, ya que todo aquel alumnado que supera esa edad no está incluido en la tasa y, además, entre los que obtienen la titulación hay alumnado que supera dicha edad. La última cifra oficial es 75,6% en España, siendo en La Rioja 69,2%. Con estas cifras de referencia puede afirmarse que el último año 99.401 jóvenes no obtuvieron la titulación de ESO, sabiendo que esta cifra es una estimación del fenómeno.

La tasa de Abandono educativo temprano muestra el porcentaje de personas de 18 a 24 años que tienen un nivel máximo de estudios de secundaria primera etapa y no siguen ningún tipo de educación o formación. Este es un índice de referencia en la Unión Europea por lo que se utiliza una nivelación internacional (CINE) para poder comparar datos entre los países de la UE. Las Administraciones públicas en España (Ministerio y Consejería Autonómicas) contribuyen al equívoco sobre cuál es ese nivel al generar cierta confusión sobre el umbral frontera utilizado para determinar la tasa, dándose referentes distintos según el texto donde se recoja el índice. Según los estándares internacionales en que se sitúan los distintos niveles del sistema español actualmente, el alumno o alumna que obtiene una titulación académica superior al Graduado en ESO (FP Básica, FP Grado Medio, FP Grado Superior o Bachillerato) no se contabilizaría en esta tasa. Este índice es un dato que toma a una población que abarca un rango que abarca 7 años de edad y que no permite mostrar cada año cuánto alumnado abandona el sistema ordinario cada curso sin éxito. El último dato público la sitúa en 17,9% en el promedio estatal. Está aún muy lejos del reto planteado por la Comisión Europea para el 2020 (10%). En La Rioja la tasa es del 17,1%.
Hoy en día se entiende que contamos con las herramientas necesarias para tener un dato exacto sobre este fenómeno y, a pesar de ello, los datos públicos no permiten conocer el alcance de esta realidad. Quizá nunca ha interesado realmente cuantificarlo, por las connotaciones que tendría su magnitud y lo que supondría un abordaje serio de esta problemática, pero convendría que las cifras que se manejan fueran más fiables y precisas.

jueves, 9 de enero de 2020

“Es tu turno”, el rap sobre la Agenda 2030 creado por Tardes de Garaje


Luz Herrero Casado. Pedagoga, educadora social. Responsable pedagógica de Asociación Garaje.

Tardes de Garaje es un proyecto educativo-musical de Asociación Garaje, que conecta a adolescentes y jóvenes entre 14 y 21 años con profesionales de la pedagogía y de la música urbana, fomentando que las sinergias que de estos encuen­tros surgen generen innovación educativa y artística, reforzando a su vez el mensaje de justicia social que persigue la entidad.

Este proyecto, que se inscribe den­tro de los proyectos denominados de “artivismo”, permite generar, comunicar y divulgar mensajes va­liosos tanto para la formación pro­fesional como para la formación cultural y personal de sus partici­pantes, aprendiendo cómo aprove­char el background cultural como herramienta de participación so­cial. Además, Tardes de Garaje se constituye como un espacio para que las y los jóvenes mejoren sus capacidades de expresión, apren­dizaje y socialización a través de la música urbana, conviviendo en un lugar de apoyo y acompañamiento para la mejora de su realidad per­sonal y social. Tardes de Garaje ha sido seleccionado como ejemplo de buena práctica por la Cátedra de Refugiados y el Instituto Univer­sitario de Estudios sobre Migracio­nes de la Universidad de Comillas, y ha sido difundido a través de va­rios medios de comunicación.

Dentro del marco de dicho proyec­to, Red de ONGD de Madrid y Aso­ciación Garaje organizan, de marzo a junio de 2019, la iniciativa “Es tu turno: Rap por el desarrollo sosteni­ble”, enmarcada dentro del progra­ma “Construyendo Barrios 2030”, que trabaja los Objetivos de Desa­rrollo Sostenible desde lo local. La experiencia consiste en un taller de rap y sensibilización sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Como resultado final se publica el videoclip “Es tu turno”, elaborado y protagonizado por las y los partici­pantes del proyecto. Sus objetivos son comunicar de manera accesi­ble entre adolescentes y jóvenes la Agenda 2030 y multiplicar la efec­tividad de la sensibilización social juvenil en materia de ODS.

Las sesiones del taller, impartidas todos los viernes lectivos de mar­zo a junio de 2019, constaron de una primera parte de detección de ideas previas, con el fin de que los y las participantes disfrutaran de un proceso educativo significativo. De manera específica, se acercaron teóricamente aquellos contenidos más relevantes dentro del ámbi­to propuesto de estudio (Agenda 2030 y Objetivos de Desarrollo Sostenible), siempre adaptados a la etapa evolutiva de las y los partici­pantes. Se ejemplifica lo expuesto y reserva un espacio para el ejercicio práctico grupal y/o individual. Ade­más de mostrar experiencias ejem­plo de buenas prácticas, se realizan sesiones en espacios públicos de interés (exposiciones fotográficas, ponencias, muestras, etc.).

A continuación, cada participante estudia y analiza de manera autó­noma dos Objetivos de Desarrollo Sostenible, que explica, con sus propias palabras, al resto del gru­po. Una vez analizados los 17 ODS, el grupo construye de manera ho­rizontal un tema musical de rap en el que se trasmitan a otras y otros jóvenes y adolescentes tanto los ODS de manera concreta, como el espíritu de la Agenda 2030 en su conjunto. Esta canción se graba y produce con calidad profesional en el estudio musical de Asociación Garaje (Madrid).

Su resultado final, el videoclip “Es tu turno”, difunde la Agenda 2030 entre públicos que no están en contacto con instrumentos de la política internacional para el de­sarrollo sostenible. “Es tu turno” se comparte a través de YouTube y otras redes sociales, además de interpretarse en directo en even­tos públicos de interés para la adolescencia y la juventud: Acto final #MadridDaLaNota, Fiestas de Distrito Retiro, Escuela Pública de Animación de la Comunidad de Madrid, Festival Villarock 3.0 en Madrid.

Por todo ello, podemos afirmar que las músicas urbanas en general, y el rap en particular, constituyen una herramienta educativa efec­tiva para dar voz a las nuevas ge­neraciones y difundir su mensaje, así como para difundir la Agenda 2030, porque resulta divertido y motivador para las y los adoles­centes; familiarizarse con sus nor­mas básicas es sencillo, lográndo­se gran progresión a corto plazo; desarrolla la creatividad, amplía la riqueza semántica y mejora la flui­dez verbal; permite expresar sen­timientos y opiniones; eleva la au­toestima y potencia las relaciones con otras personas; sus resultados se difunden con facilidad; y trans­forma el entorno cercano de sus protagonistas.