viernes, 14 de junio de 2013

EDUCA 2013. Ayudas para crecer



Matías Salazar Terreros. Psicólogo.

Este artículo está elaborado en base a las aportaciones de varias familias que he conocido durante mi trabajo profesional. Les pedí que me dijeran por escrito lo que consideran más importante en la educación recibida de sus padres. Una de ellas escribió lo que sigue: “Cuando caía enferma lo que más me gustaba era que mi madre me hiciera compañía, pero no estaba mucho rato porque las vecinas venían a comprar el pan y me te­nía que dejar sola. Sin embargo me ponía al lado de la cama una silla o un objeto para que pegara con ello en el suelo y la llamara para acudir a ver qué necesitaba. Lo que yo necesitaba era que se quedara conmigo, que me hiciera compañía; eso hubiera sido la mi­tad de la medicina. Los valores que me han ido bien han sido la res­ponsabilidad y el respeto a todos.”
Otro testimonio expresa varias con­ductas a evitar en la educación: “no tener en cuenta la opinión de los hijos al quejarse de los profesores o del colegio: si lo hacías te castiga­ban en casa porque entendían que el profesor tenía siempre la razón; quitar importancia a los problemas que les contabas; desconocimiento de la autoestima, por eso te decían implícita o expresamente tú no existes, tú no eres importante, tú no sirves para nada, tú eres torpe y así hasta dejártelo de sobra”.
De otro padre recojo algunos va­lores o normas educativas que in­fluyen de modo decisivo y positivo en la persona y en la convivencia o trato con los demás:
Valor del respeto entendido como evitar la agresividad física (pegar, gol­pear, herir, destrozar cosas, robar,…) y verbal o psicológica (insultar, poner etiquetas, hacer juicios negativos, burlarse de los defectos de otro,...)
Valor de la coherencia que impide exigir a otro lo que tú no haces.
Valor de la responsabilidad enten­dida como autonomía: uno sabe lo que tiene que hacer y lo hace sin necesidad de que nadie se lo tenga que recordar o mandar.
El valor de la sinceridad en las pa­labras y en los sentimientos. Es el camino de la confianza y del enten­dimiento entre las personas.
El valor de la amabilidad que hace a uno agradecido y cariñoso. La ama­bilidad no cuesta dinero y hace que la vida sea más agradable.
En cuarto lugar copio otro testimo­nio breve sobre la educación. Dice así: “Uno de los puntos a destacar y agradecer en la educación recibida de mis padres ha sido el compartir, el que nadie es más que nadie y por supuesto el respeto tanto a las per­sonas como a las cosas. Todo esto no se puede trasmitir si los padres no están llenos de amor y sin su ejemplo.
Estos no son todos los valores nece­sarios para una educación entendi­da como un proceso de humaniza­ción. Pero los valores que aparecen en los cuatro testimonios son fun­damentales, imprescindibles.
Hay otro testimonio del gran ex­perto en educación llamado Aldo Naouri que en este momento llama poderosamente la atención. Dice: "Si educamos a los hijos como de­mócratas, tendremos dictadores". Es decir, los hijos necesitan normas, pocas, concretas y flexibles que les ayuden a caminar seguros.
Acabo. Es mi mensaje: El GPS es una ayuda para hacer camino. Los va­lores son el GPS que ayuda a cons­truirse como humano, como buena persona, como ciudadano y como buen profesional.