viernes, 8 de mayo de 2015

¿Quieres dar el primer paso en falso?

Matías Salazar Terreros, psicólogo. 

 1.- “La más larga caminata co­mienza por un paso”.

Este proverbio vale para mu­chos aspectos de la vida. Así se puede aplicar a aprender a leer, a escribir, a sumar, a dividir, a andar, a manejar el WhatsApp.

El proverbio vale igualmente para aprender que en la vida uno no siempre puede hacer lo que quiere. Quizá el primer paso de este aprendizaje fue el día que tu padre o tu madre te dijeron el primer NO o no consintieron que te fueras a la cama sin tu baño y la ¡montaste gorda!

Este proverbio se puede aplicar al difícil aprendizaje de hacer amigos y de lo sano que es te­ner al menos un amigo.

En muchos aspectos de la vida es verdad que la caminata más larga comienza por un paso. Y lo que acabas de leer es la parte más amable de esta teoría y vi­vencia, tan ampliamente expe­rimentada.

2.- Ahora bien, el mismo pro­verbio puede tener su lado te­mible y doloroso porque tam­bién es válido decir que la más destructora esclavitud de la droga puede comenzar por un paso, por un trago de alcohol, por un porro, por una pastilla. Es verdad que uno puede echar marcha atrás y no seguir por ese camino. Pero es igualmen­te cierto que nadie llegará a la adicción de la droga si no da el primer paso.

Con toda probabilidad, dada la cultura actual, más pronto que tarde cualquiera tendrá la oportunidad de decidir si comprar droga o no y, una vez comprada, si la consume o no. Es importante que la decisión no sea tomada contra su propia voluntad. Y para ello se necesita ser asertivo, superar el miedo a pasar por una “nena”, o a ser un “gallina” o “a estar bajo las fal­das de la madre” o “por el mie­do a quedarte sin amigos y sin poder salir de casa” y todo esto dicho o cantado por unos que se dicen amigos.

3.- Si la decisión tiene una di­ficultad grande, la ayuda que uno necesita es también gran­de. Uno puede contar con la ayuda de su propia familia y de unos amigos. Otro puede que no cuente con ninguna de estas ayudas. En este caso solo puede echar mano de sus propias fuer­zas. Para ello puede utilizar el “disco rayado” (DR) y “el banco de niebla” (BN). El DR consiste en responder siempre de la mis­ma manera y el BN consiste en aceptar como posible el ataque que te hacen pero negarse a hacer lo que te piden, que en este caso es dar el primer paso en el consumo de droga. Y para negarse no dar ninguna razón para ello. El recurso vale tam­bién para otros temas. A modo de ejemplo:

- Otro/s: ¡Anda, bebe! - Tú: No. No quiero beber.
- Otro: Venga; no seas “nenaza”, ¡no seas gallina!
- Tú: Es posible que sea un nenazas o un gallina, pero no quiero beber. (BN y DR)
- Otro: Venga, hombre, ¡bebe!
- Tú: No. No quiero beber. (DR)
- Otro: ¡Mira que eres cabezota y gili…!
- Tú: Es posible que sea algo cabezota y algo de gili… (BN) pero no quiero beber. (DR).
- Otro: ¡Mira que eres aburrido! ¡Venga, bebe!
- Tú: Puede que sea algo aburri­do. (BN) No quiero beber. (DR)
- Otro: Estás rayado, ¡eh! ¡Si no bebes vete a casita!
- Tú: Quizás esté algo rayado. (BN) No me iré a casa. No quie­ro beber. (DR)

Y así hasta que el otro u otros se cansen y no logren que des el primer paso en falso.