jueves, 14 de noviembre de 2019

Aprender prestando un servicio a la comunidad: el aprendizaje-servicio

Rafael Mendia Gallardo. Responsable de formación de la Fundación ZERBIKAS.

Ninguno de los chicos y chicas de cuarto de ESO, que estaban en aquella clase estudiando los distin­tos aspectos de los “Planos Inclina­dos” se hubieran imaginado que de ahí saldría un compromiso cívico para hacer más accesible su pue­blo y que cambiaría su mirada de las calles, las aceras, los portales, las personas.

El debate de las situaciones de la vida en las que vemos que existen planos inclinados y sus repercusio­nes en la vida práctica de las perso­nas, llevó a analizar la situación de quienes utilizan silla de ruedas o de familias que llevan carrito de bebé.

Una cosa llevó a la otra y del debate se extrajo la invitación a personas en silla de ruedas a compartir sus experiencias en la vida cotidiana en el pueblo. Explicaron su experiencia vital, las dificultades que encontra­ban para llevar una vida como los demás, contaron con pelos y seña­les un itinerario de superación que debían recorrer día a día.

Pero sobre todo les impactó cuando les propusieron ponerse en su lugar, recorrer una calle de su pueblo ana­lizando las dificultades de accesibili­dad con las que se encontraban las personas con movilidad reducida.

Fueron analizando las calles, los comercios, los portales, las plazas. Fueron tomando notas, sacando fotos… Elaboraron un mapa on line de accesibilidad a través de la aplica­ción “OpenStreetMap” y por último elaboraron un informe de accesibi­lidad del pueblo que entregaron en su momento al Ayuntamiento.

Este es el proyecto de Aprendizaje- Servicio “Ciudades Amigables para todas las personas”.

Aprendizaje-Servicio: acercar el aprendizaje a la vida
Esta experiencia es una de los cien­tos de experiencias que estudiantes de todos los niveles educativos de­sarrollan desde la óptica del “Apren­dizaje-Servicio”.

Lo verdaderamente novedoso de esta propuesta es la relación que se establece entre el aprendizaje y el servicio que enriquece a ambos:
El servicio ofrece sentido al aprendi­zaje, lo hace funcional, útil, además de facilitar otros elementos didácti­cos, curriculares y organizativos.

El aprendizaje aumenta la calidad del servicio, dotándole de mayor profundidad favoreciendo la re­flexión sobre lo que se hace y por qué se hace.

¿Qué servicios?
Es muy amplio el abanico de servi­cios transformadores de la realidad que puede realizar nuestro alumna­do. Desde los más pequeños, hasta los más mayores pueden identificar necesidades y posibilidades de me­jora de la realidad que les circunda.

Son muy interesantes aquellos proyectos que promueven la parti­cipación en el barrio o los de sensi­bilización y defensa de los Derechos Humanos o los Objetivos para el De­sarrollo Sostenible (ODS).

También aquellos proyectos de ayuda directa a personas o de apo­yo y acompañamiento a la escolari­zación y refuerzo escolar; proyectos de promoción de estilos de vida sa­ludable o aquellos que pretenden acercar colectivos de diferentes edades con el objetivo de facilitar el intercambio de conocimientos, aprendizajes y habilidades.

Y otros muchos que los chicos y chi­cas son capaces de imaginar y llevar a cabo.

¿Qué aprendizajes?
Partimos de la base de que se trata de “aprendizajes intencionales”, es decir aquellos aprendizajes previs­tos en el desarrollo del proyecto educativo del centro.

Cabe destacar el aprendizaje de los valores como referentes valio­sos para las personas y motores del comportamiento. Engloban ideales, intereses, motivaciones y necesida­des que rigen la conducta y las de­cisiones.

El Aprendizaje-Servicio abre puer­tas y ventanas del centro educativo y permite que la vida del mundo, de las comunidades cercanas y lejanas, se haga presente en el centro para despertar vocaciones ciudadanas, científicas, humanistas, comprome­tidas para transformar el mundo.