Ninguno
de los chicos y chicas de cuarto de ESO, que estaban en aquella clase
estudiando los distintos aspectos de los “Planos Inclinados” se hubieran
imaginado que de ahí saldría un compromiso cívico para hacer más accesible su
pueblo y que cambiaría su mirada de las calles, las aceras, los portales, las
personas.
El debate de las situaciones de la vida en las
que vemos que existen planos inclinados y sus repercusiones en la vida
práctica de las personas, llevó a analizar la situación de quienes utilizan
silla de ruedas o de familias que llevan carrito de bebé.
Una cosa llevó a la otra y del debate se
extrajo la invitación a personas en silla de ruedas a compartir sus
experiencias en la vida cotidiana en el pueblo. Explicaron su experiencia
vital, las dificultades que encontraban para llevar una vida como los demás,
contaron con pelos y señales un itinerario de superación que debían recorrer
día a día.
Pero sobre todo les impactó cuando les propusieron
ponerse en su lugar, recorrer una calle de su pueblo analizando las
dificultades de accesibilidad con las que se encontraban las personas con
movilidad reducida.
Fueron analizando las calles, los comercios,
los portales, las plazas. Fueron tomando notas, sacando fotos… Elaboraron un
mapa on line de accesibilidad a través de la aplicación “OpenStreetMap” y por
último elaboraron un informe de accesibilidad del pueblo que entregaron en su
momento al Ayuntamiento.
Este es el proyecto de Aprendizaje- Servicio
“Ciudades Amigables para todas las personas”.
Aprendizaje-Servicio: acercar el
aprendizaje a la vida
Esta experiencia es una de los cientos
de experiencias que estudiantes de todos los niveles educativos desarrollan
desde la óptica del “Aprendizaje-Servicio”.
Lo verdaderamente novedoso de esta
propuesta es la relación que se establece entre el aprendizaje y el servicio
que enriquece a ambos:
El servicio ofrece sentido al aprendizaje,
lo hace funcional, útil, además de facilitar otros elementos didácticos,
curriculares y organizativos.
El aprendizaje aumenta la calidad del
servicio, dotándole de mayor profundidad favoreciendo la reflexión sobre lo
que se hace y por qué se hace.
¿Qué servicios?
Es muy amplio el abanico de servicios
transformadores de la realidad que puede realizar nuestro alumnado. Desde los
más pequeños, hasta los más mayores pueden identificar necesidades y
posibilidades de mejora de la realidad que les circunda.
Son muy interesantes aquellos proyectos
que promueven la participación en el barrio o los de sensibilización y
defensa de los Derechos Humanos o los Objetivos para el Desarrollo Sostenible
(ODS).
También aquellos proyectos de ayuda
directa a personas o de apoyo y acompañamiento a la escolarización y refuerzo
escolar; proyectos de promoción de estilos de vida saludable o aquellos que
pretenden acercar colectivos de diferentes edades con el objetivo de facilitar
el intercambio de conocimientos, aprendizajes y habilidades.
Y otros muchos que los chicos y chicas
son capaces de imaginar y llevar a cabo.
¿Qué aprendizajes?
Partimos de la base de que se trata de
“aprendizajes intencionales”, es decir aquellos aprendizajes previstos en el
desarrollo del proyecto educativo del centro.
Cabe destacar el aprendizaje de los
valores como referentes valiosos para las personas y motores del
comportamiento. Engloban ideales, intereses, motivaciones y necesidades que
rigen la conducta y las decisiones.
El Aprendizaje-Servicio abre puertas y ventanas del centro
educativo y permite que la vida del mundo, de las comunidades cercanas y
lejanas, se haga presente en el centro para despertar vocaciones ciudadanas,
científicas, humanistas, comprometidas para transformar el mundo.
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