viernes, 4 de mayo de 2012

Lo terapéutico y educativo en Proyecto Hombre


Pedro Gil López. Director de Proyecto Hombre La Rioja.

Proyecto Hombre surge en España hace casi 30 años con el propósito de ofrecer un tratamiento profesional a personas con problemas de adiccio­nes. Nace de la inquietud de familias afectadas y personas solidarias por ofrecer una respuesta al problema de las drogodependencias que se vivía en España en los años 80. Y recoge la experiencia de Proyecto Hombre de Italia.
No se crea como asociación de enfer­mos, ni de familiares; tampoco tiene como finalidad la denuncia social ni la reivindicación concreta de objeti­vos de ningún colectivo.
En este contexto, Proyecto Hombre fue pionero, ente otros, en los si­guientes aspectos:
  • La importancia de la involucración y el apoyo de la familia, si existe, en todo el proceso terapéutico-educativo.
  • El “trabajo en grupo” con los usuarios, que en la mayoría de las ocasiones están asentados en posturas muy individualistas o en­simismados en su mundo.
  • El voluntariado como modelo im­prescindible de ayuda y referencia.
  • El trabajo en equipo profesional y multidisciplinar (no solo trabajar juntos).
  • Y desarrollar un programa educa­tivo-terapéutico (o terapéutico-educativo), integrando ambos componentes y superando la di­cotomía.

Lo que define la esencia de Proyecto Hombre es que se cree en la persona, en su capacidad de cambiar y superar las adicciones que le han impedido desarrollarse plenamente. La adicción es el síntoma de un problema que re­side en la persona. Este planteamien­to, inspirado en la filosofía humanista, coloca a la persona, y no a la adicción, en el centro de todo el proceso.
Proyecto Hombre proporciona un tratamiento terapéutico-educativo que ayuda a la persona y a su en­torno a descubrir qué aspectos no ha podido desarrollar por sí sola y promover los cambios necesarios, dotándola de conocimientos, habili­dades y recursos para lograr la auto­nomía personal.
Lo terapéutico, desde un punto de vista médico o biológico, es todo aquello que es capaz de curar. Desde un punto de vista psicológico, sería el conjunto de acciones dirigidas a mo­dificar la conducta. Proyecto Hombre trabaja para que el paciente asuma la responsabilidad de su propio cre­cimiento, siendo la terapia el lugar donde reencontrarse con uno mismo y con los demás. Las terapias que se utilizan comprenden desde las téc­nicas conductuales, hasta la terapia sistémica, pasando por la teoría cog­nitivo-conductual y racional emotiva.
Y es educativo porque se pretende que las personas desarrollen sus fa­cultades y potencialidades, dentro de sus posibilidades. Es un aprendi­zaje experiencial porque se hace en el contacto con el mundo, en las tran­sacciones entre la persona y el me­dio, y en el encuentro con los demás.
También es educativo en cuanto hay acción externa sobre las personas; hay instrucción, sistematización, socialización..., se les entrena y dota para que logren la inserción social y la autonomía personal, entre otras cosas, a través de la Educación para el ocio y el tiempo libre, Educación para la no violencia, Coeducación, Educación prelaboral, Educación cultural, Educación ambiental, Edu­cación sobre el consumo, Animación sociocultural, Educación intercultu­ral, Educación en valores y Educa­ción para la responsabilidad.
Así pues, como defensores del mo­delo psicoeducacional contempla­mos nuestra tarea no en términos de anormalidad-diagnóstico-pres­cripción-terapia-curación, sino en términos de enseñanza de actitudes y valores, y competencias persona­les e interpersonales que la persona puede aplicar para resolver sus pro­blemas presentes y para potenciar su satisfacción vital. Todo es educativo y terapéutico a la vez.

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