viernes, 29 de julio de 2011

APRENDIZAJES ESENCIALES PARA UNA VIDA BUENA


Eva Landaluce Manero. Psicóloga de ARPS. 
Una característica inherente a ser persona es la preocupación que desde la antigüedad sigue vigente acerca de qué es la felicidad, de cómo vivir plenamente, cómo tener una vida buena…En definitiva, de lo que hoy llamamos calidad de vida.
Actualmente, lo que se entiende por una vida de calidad depende tanto de aspectos objetivos como el estado de salud, ingresos económicos, tipo de vivienda, etc.;  como de aspectos subjetivos, si estamos satisfechos con nuestro estilo de vida, si vivimos conforme a lo que concedemos más valor: amistades, familia, acceso al ocio que nos interesa,  a los estudios o trabajo que nos realizan, donde vivimos, con quién etc.
El mundo de la discapacidad es propulsor de estudios e investigaciones acerca de la calidad de vida, y los resultados de todos ellos son aplicables a todas las personas independientemente de su cultura, edad, sexo, de si presentan discapacidad o no…
Estas investigaciones nos dicen que uno de los mejores indicadores de calidad de vida es la autodeterminación, el sentirnos protagonistas de nuestra propia vida al saber y poder elegir y decidir hacia donde vamos, al resolver los conflictos que surjan en el camino confiando en nuestras capacidades para andarlo.
La autodeterminación nos lleva a proponernos metas importantes, nos guía en el proceso de alcanzarlas y nos estimula a aprender de nuestros errores.
La autodeterminación es un buen predictor de calidad de vida en cuanto constituye un grueso colchón para nuestro bienestar personal y equilibrio emocional. Además, motiva y despierta el interés por saber y conocer, convirtiéndose así en una meta educativa para cualquier persona, con o sin discapacidad; previene el fracaso escolar; y la exclusión de alumnos especialmente vulnerables.
El mundo de la discapacidad propone que los servicios educativos y sociales se reorganicen para ayudar a las personas a diseñar y esforzarse por lograr proyectos significativos y manejables de vida, aprendizajes esenciales para una vida buena. Porque la autodeterminación es  un conjunto de habilidades y capacidades que se desarrollan y ponen en práctica a lo largo del ciclo vital de las personas y, fundamentalmente, un derecho aplicable a todos y cada uno de nosotros.
Se requieren cambios en la cultura escolar (al igual que en los servicios de atención a personas adultas con discapacidad) para preparar a todos para la vida, introduciendo longitudinal y transversalmente programas que enseñen y desarrollen habilidades y capacidades para ser autodeterminado, así como para generar oportunidades de puesta en práctica.
No es tarea fácil, son muchas las dificultades y trabas, muchos los agentes sociales (profesionales, familias, administraciones) implicados en esta tarea, pero cada uno de nosotros desde nuestra relación con aquellos con quienes compartimos nuestra vida (niños, adolescentes con o sin discapacidad, adultos con discapacidad) podemos realizar el esfuerzo de conocer qué es lo que valoran y desean apoyándoles a proponerse metas importantes en su vida, ayudándoles en el camino de conseguirlas asumiendo el riesgo de que se equivoquen y convertir este error en un nuevo aprendizaje.

martes, 26 de julio de 2011

TRES PROTAGONISTAS DE LA SITUACIÓN DEL ALUMNADO INMIGRANTE

Área Sociolaboral de Fundación Pioneros.
La situación en la que se encuentra el alumnado inmigrante en el sistema educativo es una cuestión que no debe pasar desapercibida y en la que todos debemos implicarnos. Hay una realidad con tres protagonistas: los alumnos junto a sus familias; los profesionales; y la Administración.
Culpamos a los alumnos inmigrantes y a sus familias de ser los responsables del fracaso escolar y en pocas ocasiones nos molestamos en situarlos como víctimas. Víctimas de una vida que por diversas circunstancias les toca vivir, que ellos no han decidido y que tienen que asumir para seguir unidos a sus familias. En muchas ocasiones se encuentran en un país de acogida que no les entiende y les juzga sin darles la oportunidad de poder explicarse.
Víctimas de un sistema educativo en el cual se tienen que adentrar de golpe, muchas veces en clases que no corresponden ni a su edad ni a su proceso cognitivo y sin un referente que les facilite su adaptación. Esto representa una fuente de estrés que fomenta la baja autoestima, ansiedad, sentimientos de inferioridad y soledad. Víctimas de una sociedad que les mira de reojo y con desconfianza, sin darles oportunidades solo por el hecho de ser inmigrantes.
Los profesionales de la educación se enfrentan a nuevos retos educativos con respecto a estos alumnos, de los que desconocen cómo tratarles y cómo utilizar las nuevas oportunidades que la interculturalidad ofrece.
La Administración cuenta con un sistema educativo rígido y centrado en contenidos puramente académicos, impartidos de un modo que muchos alumnos, no solo inmigrantes, son incapaces de asimilar. Pero podría gestionar la apertura de nuevos modelos de organización más flexibles que se adapten a la nueva realidad. Y ver al colectivo inmigrante como una realidad cultural de la que enriquecerse para mejorar el sistema educativo.
Ante esto proponemos algunas cuestiones que, desde nuestro trabajo con chavales a los que les cuesta seguir dentro del sistema educativo, vemos interesantes para mejorar la integración de los alumnos:
  • Acogida de alumnos de manera individualizada, según la edad, la procedencia, la cultura y la religión,… sin visiones homogéneas.
  • Introducción de nuevas figuras en el centro escolar, mediadores interculturales, integradores y educadores sociales,…que pueden desarrollar una función de intervención socioeducativa.
  • Mayor implicación de las familias en el proceso educativo de sus hijos, ya que en muchas ocasiones están deseando participar, pero no saben cómo hacerlo.
  • Fomentar la relación y el aprendizaje entre iguales, desarrollando acciones de trabajo comunitario, ya que según muchos estudios mejoran el rendimiento y el interés por el aprendizaje.
Todo esto unido a un sistema educativo basado en objetivos que evalúen los avances personales que cada alumno vaya consiguiendo, según sus posibilidades personales, y no solo en objetivos curriculares, medibles en porcentajes.

lunes, 18 de julio de 2011

LA EDUCACIÓN: DERECHO FUNDAMENTAL Y RESPONSABILIDAD DE TODOS

María Bueyo Díez Jalón. Defensora del Pueblo Riojano
No es exagerado afirmar que uno de los pilares básicos en la formación de la persona es sin duda, la educación. Sin embargo, a renglón seguido, las noticias nos invaden con cifras preocupantes de absentismo, abandono y fracaso escolar. Y esto es una responsabilidad de todos los sectores implicados en el proceso educativo: desde las familias hasta las administraciones educativas, pasando por la sociedad o las instituciones dedicadas a completar la función instructora -como hace Fundación Pioneros con excelentes resultados-. Y, cómo no, por una Defensoría del Pueblo como la que tenemos en La Rioja, creada por el Parlamento regional para proteger los derechos constitucionales.
Quiero recordar aquí que, como Defensora del Pueblo Riojano, soy también la Defensora del Menor, mi misión es proteger los derechos de las personas y colectivos independientemente de su edad. La Defensoría presta especial atención a los más vulnerables y, en el caso de los menores, la educación es un asunto de máxima importancia, pues sobre ella se vertebrará su formación personal y el desarrollo de su dignidad.
La Declaración Universal de Derechos Humanos de Naciones Unidas reconoce la educación como un derecho humano fundamental. La Convención de los Derechos de la Infancia de Naciones Unidas (1989) obliga a los gobiernos a que “implanten una educación primaria obligatoria y gratuita para todos y todas”. La Constitución Española dedica un extenso precepto a la educación como derecho fundamental, el artículo 27. Merece la pena traer a colación dos de sus párrafos. El primero: “Todos tienen el derecho a la educación. Se reconoce la libertad de enseñanza”. Y más aún el segundo: “La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales”.
La Comunidad Internacional  constató que el derecho a la educación no se respeta universalmente y fijó compromisos concretos para cambiar la situación, lo que hoy en día se conoce como el objetivo “Educación para Todos”: en el año 2015 la educación básica debería ser un derecho universal.
Pero más allá de un derecho universal, educar es dar oportunidades a través de una educación de calidad que cumpla con los siguientes objetivos: primero, posibilitar una vida digna; segundo, permitir un crecimiento personal en conocimientos y en formación; y tercero, resultar el motor impulsor de la sociedad. Pues una comunidad con débiles soportes educativos traerá una generación vacía, no solo desde el punto de vista económico sino, sobre todo, desde el punto de vista de principios y valores intelectuales, culturales y sociales.
Hemos de buscar fórmulas con paso firme y mirada en el futuro para desterrar las escandalosas cifras de abandono y fracaso escolares. Insisto, es una responsabilidad de todos pues, en caso contrario, el fracaso también pesará sobre todos.

viernes, 8 de julio de 2011

¿LA CALIDAD ES ÚTIL?

Blanca Hidalgo Camacho. Consultora de MPlus Consulting.
Si en nuestra organización, independientemente si es con ánimo de lucro o no, todas nuestras actividades fundamentales funcionan “como un reloj”, si tenemos claramente definido lo que queremos alcanzar, nuestros objetivos y no vemos ninguna necesidad de mejorar, probablemente la calidad no nos sirva para nada.
La calidad sirve para todas aquellas organizaciones que piensan que pueden mejorar, personas dinámicas que creen que la innovación y la creatividad forman parte de su trabajo, consideran que la asunción de objetivos no es suficiente, sino que una vez superados planteen más y más, desde este punto de vista la calidad es útil y el modelo EFQM es una herramienta que nos guía y facilita el trabajo. 
En un principio el modelo EFQM puede resultar abrumador, un manual con nueve criterios, compuesto a su vez por treinta y dos subcriterios, pero, no debemos olvidar que es una gran herramienta para conocer las prácticas excelentes en gestión que se han compilado en este modelo, las que nos darán pistas para que nuestra organización mejore, no solo en la eficiencia y eficacia de nuestras actividades, sino en la satisfacción en este caso de nuestros usuarios, que al fin y al cabo son la esencia de nuestras
organizaciones.
El modelo EFQM debemos tomarlo como una referencia inspiradora, no como una serie de puntualizaciones que tenemos que seguir a rajatabla.
En este sentido, el modelo EFQM no se implanta en la organización, sino que la organización va labrando su  propio camino, escogiendo aquellas ideas que mejor se adapten a su misión, visión y valores.
En la actualidad vivimos en una sociedad en la que se exige mayor calidad, seguridad y transparencia en la gestión, las organizaciones están transformando sus modos de operar, de organizarse, para poder transformar estas exigencias en resultados positivos.  Las organizaciones modernas consideran la flexibilidad como un elemento importante en su gestión, la cooperación con otras organizaciones similares, son conscientes de la importancia de la información y el conocimiento de las personas, las áreas especializadas, la diversidad, la innovación y la participación activa de los usuarios. El modelo EFQM, en definitiva, ayuda a todas estas organizaciones que no se quieren quedar atrás.
El modelo EFQM considera a nuestros usuarios como árbitros finales de los servicios que prestamos y por ello tenemos que orientarnos a sus necesidades y expectativas. Tenemos que trabajar en conjunto, de manera cohesionada para poder dar respuesta a sus demandas razonables, por lo que todas las actividades que se desarrollan en la organización han de ser planificadas, gestionadas y mejoradas para que sus resultados se reflejen en una mejora de la satisfacción de la comunidad educativa.
En definitiva, el modelo EFQM es una guía de buenas prácticas que todas las organizaciones pueden aplicar, francamente interesante y recomendable.

viernes, 1 de julio de 2011

FUTURO DE LA EDUCACIÓN SOCIAL

Javier Navarro Algás. Gerente de Fundación Pioneros
Recientemente recibí a una estudiante de primer curso de Educación Social que tenía el encargo de realizar un trabajo para conocer los campos de actuación de esa profesión. Una de sus preguntas fue: ¿Tiene futuro la educación social?
Mi respuesta afirmativa se fundamentó en dos motivos.
El primero consiste en que no solo la infancia y las familias necesitan una atención prioritaria, sino también la adolescencia, como advertía recientemente UNICEF: “Si los adolescentes no se educan, no pueden adquirir los conocimientos y la capacidad necesarias para eludir el peligro que representan la explotación, el abuso y la violencia a la que están expuestos”.
Aunque esta organización maneja datos a nivel mundial, quienes trabajamos en el ámbito educativo conocemos las carencias de nuestros adolescentes y la desorientación que afecta a muchos de ellos.
El segundo motivo proviene de considerar que los educadores sociales pueden contribuir enormemente a la puesta en marcha de soluciones innovadoras en el ámbito educativo.
Quizá por la frescura que da la juventud de esta profesión pueden situarse con más facilidad en la vanguardia de la creación e innovación,  compartiendo con familias, profesores, medios de comunicación, Administraciones Publicas, empresas… sus ideas y metodología de trabajo para hacer frente al fracaso, abandono escolar y otras dificultades.
También expresé a la estudiante mi convicción de que los
educadores sociales necesitan cuidarse y ser cuidados para que la atracción inicial por su profesión madure, crezca y se abra a nuevos retos.
El establecimiento de vínculos educativos con niños, adolescentes, jóvenes y familias lleva al educador a recibir confidencias, sentimientos y experiencias que le aportan mucha satisfacción y felicidad; también, hay que decirlo, a conocer sus propios límites.
En mi opinión la mejor manera de afrontar estas vivencias tiene que ver con la dedicación de tiempo al estudio, al trabajo en equipo, al análisis de las mejores prácticas en el campo educativo, al trabajo personal de introspección y autoconocimiento y al empleo de técnicas individuales y grupales de evaluación y supervisión externas.
En definitiva traté de transmitirle, espero que con éxito, que la educación social tiene un futuro muy atrayente porque bien desde el trabajo cotidiano, bien desde la puesta en marcha de nuevas ideas y de la sensibilización social, los educadores y educadoras sociales crean lazos con las personas y cohesionan la sociedad.