viernes, 8 de abril de 2022

SALUD MENTAL Y JÓVENES: una mirada positiva centrada en la juventud

ODS3: Salud y bienestar 

Ana López. Educadora social y psicóloga de Fundación Pioneros.

La intervención individual que llevamos a cabo desde el Programa Educándonos de Fundación Pioneros, responde de manera personalizada a las necesidades más específicas -emocionales y relacionales- que son detectadas en jóvenes, bien por parte del equipo en el seno de las actividades grupales ofrecidas desde Pioneros, bien por parte de la familia o por el entorno académico.

Una de las fortalezas de nuestra intervención con jóvenes es que buena parte se desarrolla en el seno de las actividades colectivas, ya que en estos espacios, no solo las figuras adultas intervienen, también lo hace el grupo mediante sus interacciones, apareciendo una clara tendencia a la regulación de sus miembros que se nutren y se aportan mutuamente. Sin embargo, existen ocasiones en que la complejidad de la situación requiere de un acompañamiento más particular: una mirada profesional que proporcione una atención más personal en el abordaje de las dificultades experimentadas.

Las figuras adultas funcionan como radares y detectores de síntomas que informan de un sufrimiento interno que hay que atender. En este sentido, el grado de sensibilidad y la agudeza perceptiva resultan claves para un acompañamiento que vele por el bienestar juvenil. El conocimiento sobre el funcionamiento en la etapa adolescente permite al equipo tejer un vínculo que responda a las necesidades emocionales y educativas de cada persona. Entendemos como crucial la formación en psicología adolescente que otorga al profesional no solo herramientas de intervención sino indicadores de comportamiento, cognitivos y emocionales que denotan disfuncionalidad o dificultades de adaptación entre las y los jóvenes. También cabe la posibilidad de que sean las y los participantes quienes soliciten este apoyo personalizado.

La lógica transversal a la que se aspira en cada acompañamiento, contempla todo el sistema del o la joven y pretende implicar a los miembros más relevantes de su vida. En este sentido, la mirada sistémica impregna cada intervención, identificando estas figuras como elementos que influyen en la persona, reconociendo potenciales apoyos con los que se pueden contar en la medida que cada coyuntura lo permita.

La mirada y encuadre desde el que se aborda cada caso en Fundación Pioneros, nace del enfoque de Desarrollo Positivo Adolescente, que aboga por el acompañamiento en el descubrimiento y puesta en valor de los aspectos más positivos y funcionales de cada joven. Esta óptica se acuna en el ensalzamiento de los recursos internos de la persona, en aras del afrontamiento de las dificultades que vive.

En el caso de detectarse carencias o problemáticas a nivel educativo se escogen profesionales de la educación social, que aborden la situación actual bien en solitario con el o la joven, o bien con la familia.

En el caso de valoración de dificultades emocionales o psicológicas, dependiendo de la gravedad o la posible necesidad de medicación, se deriva a los servicios de salud mental o se acoge en el equipo de Pioneros. En ese caso, se apoya la intervención con profesionales de la psicología que procuren un abordaje, no solo de la sintomatología actual sino de las causas y orígenes del sufrimiento. Idealmente, se busca también integrar a la familia en este proceso. Cuando se logra incluir a la familia, la evolución y progresión del caso se evidencia, en general, más rápida e íntegramente.

La intencionalidad de la intervención individual, más allá del objeto de la intervención, se asemeja en todos los casos. Primero, el equipo profesional ejerce de facilitador para que la persona tome conciencia acerca de su situación presente. Así, se les acompaña en la exploración de aquellas emociones y pensamientos que les habitan en su día a día y se les conduce a detectar sus necesidades actuales. La siguiente etapa del trabajo, promueve la estimulación de procesos introspectivos que aumenten la conciencia acerca de aquellos aspectos que está en sus manos cambiar. En paralelo, se busca su empoderamiento a través del descubrimiento y la potenciación de los recursos propios que propulsen este proceso de cambio y de crecimiento personal. La concretización de este proceso en la vida de cada joven, se materializa con un plan de trabajo conjunto donde se van proponiendo pequeños cambios que sean lo más sencillos posibles de ir instaurando de manera progresiva.