Rafael Gil González, nuevo presidente de Fundación Pioneros
Soy Rafael Gil González, y desde hace bien poquito, me corresponde el cargo de Presidente de la Fundación Pioneros, que asumo con agradecimiento y orgullo.
Para los que no me conocéis, os digo, que
hace unos 28 años que pertenezco a Pioneros.
Volviendo la vista atrás, los recuerdos
se amontonan en la mente; brotan reuniones con los que entonces eran
adolescentes en el local de Plaza de la Oca, los viernes por la tarde,
compartiendo sus inquietudes, o los campamentos y excursiones que se hacían, o
el proyecto de gestión del Taller Profesional, y muchas actividades siempre
con los chicos y chicas; también me acuerdo de otras tareas más “internas”,
como el tránsito de Asociación a Fundación, las reuniones de Patronato, muchas
de ellas con cuestiones muy fronterizas (la mayoría de las veces, por ámbito
económico y presupuestario) y de las que siempre hemos salido airosos,
contando con el apoyo de todo el equipo; son recuerdos que nos deben impulsar
y motivar para seguir adelante con nuestra misión, sin perder un ápice de
profesionalidad, compromiso técnico y humano con nuestro entorno y nuestros
chicos, a los que nos debemos.
Los que me conocen, saben que suelo decir
aquello de que una Fundación es un “capital destinado a una finalidad”, y en
nuestro caso el “capital” es, esencialmente, el desarrollo metodológico de
intervención psico-educativo con los chicos y las chicas que se ha ido creando
desde hace más de 50 años, que debemos preservar, enriquecer y asegurar que
llega los chicos de las generaciones venideras, como si de un “legado patrimonial”
se tratara; tan sencillo y tan complejo a la vez; si lo cumplimos, podemos
darnos por satisfechos.
Las circunstancias han hecho que me
corresponda dar un paso adelante y asumir la presidencia del Patronato,
culminando así un proceso de renovación iniciado hace ya más de 3 años, sin
prisa, pero sin pausa.
Sustituyo nada menos que a Aurora Pérez
bañares, una mujer que ha puesto a Pioneros en el lugar que le corresponde en
la sociedad, sin duda ha sido y seguirá siendo nuestra mejor embajadora. Ha
hecho un trabajo muy importante apostando por una comunicación abierta y
transparente. Será difícil superar el listón que ha dejado Aurora en la casa y,
afortunadamente, sigue con nosotros como vicepresidenta.
Hay más cambios en el Patronato; nos
dejan Carlos Ruiz Alberdi, al que siempre agradeceremos su sentido común y su
visión certera en el plano económico; Txerra Ordeñana García, afincado hace un
tiempo en Bilbao, cuyo impulso a los programas nos hacían salir de nuestra zona
de confort, avanzando con ello a nuevos referentes; y Daniel Marín Bueno,
hombre de empresa que hacía lo impensable para conseguir visitas de jóvenes a
la empresa familiar y cualquier otro centro de trabajo, promoviendo las
primeras oportunidades para muchos de nuestros chicos y chicas.
Con ellos hemos compartido muchas horas
en reuniones de Patronato, algunas de ellas interminables, y es justo estar
agradecidos.
Y se incorporan al Patronato Severino
Martínez Galilea, Mayte Cano Marco y Javier Garraleta Calvo, que traen bagajes
muy distintos pero que ya nos están aportando mucho valor.
Severino, con su vasta experiencia en el
sector financiero; Mayte, con su certero ojo jurídico, como buena notario que
es; y Javier, médico de Atención Primaria y Psiquiatra, son unas aportaciones
de auténtico lujo para nuestro Patronato.
En esta nueva época, creo que, entre
todos, nos debemos plantear nuevos retos, pero solo voy a exponer los dos que
considero más importantes.
Uno de ellos es que la Sociedad perciba
que la Fundación Pioneros no solo se ocupa de jóvenes “conflictivos” (perdón
por frivolizar y etiquetar a un colectivo, como si un colectivo de jóvenes no
pudiera evolucionar o variar), sino que es una entidad que trabaja para ofrecer
a la infancia, jóvenes y familias nuevas oportunidades a través de la
educación. Y para esto, nada mejor que el equipo. Contamos con profesionales
con mucha experiencia y quiero que sean quienes transmitan la metodología de
la intervención y como se abordan los problemas y cómo se interactúa con ellos.
Otro reto importante es que la sociedad
en general conozca nuestro “saber hacer” y a nuestros profesionales; está
abierta la posibilidad a que todos los compañeros que nos dan lo mejor de sí
mismos en su ámbito profesional sean conocidos por nuestro entorno, mediante su
participación directa en cualquiera de los medios de comunicación de nuestro
entorno; solo así, la Sociedad podrá percibir, de primera mano, nuestra labor
y percibirá como propio nuestro trabajo y nuestra misión fundacional.
Seguro que me dejo muchos retos por
acometer, pero ya sabéis que me los podéis sugerir en cualquier momento.