Alicia Romero Martínez. Presidenta Consejo Escolar de La Rioja.
El abandono escolar temprano se define como el porcentaje de la población entre 18 y 24 años que tiene como máximo el título de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y no está cursando ningún otro tipo de formación.Tiene importantes implicaciones en el desarrollo integral de adolescentes y jóvenes y afecta a su maduración personal, a su bienestar económico y a su inclusión sociolaboral.
El abandono escolar continúa siendo el principal problema del sistema educativo español, a pesar de que entre el 2010 y el 2021 se ha reducido considerablemente, pasando del 28,2% al 13,3%. La estrategia europea estableció en 2010 entre sus objetivos la reducción de la tasa de abandono escolar temprano para el 2020 por debajo del 10% en la UE y del 15% en España, debido a las altas tasas de nuestro país. La diferencia entre España y la UE es ahora de 3,3 puntos, la más cercana que ha habido nunca a la media europea (9,7%).
Entre comunidades autónomas se observan cifras muy dispares. Hay 4 que en 2021 se sitúan por debajo de la tasa de la media europea. Se tratan del País Vasco (4,8%), Cantabria (6,4%), Galicia (8,1%), y Navarra (9,1%). Mientras, otras alcanzan cifras muy elevadas. La Rioja, con un 12,9%, registra una décima menos que la media nacional y baja 1,7 puntos respecto al año anterior (14,6%).
Aunque este descenso este año ha sido mayor entre los hombres (14,3 puntos) que entre las mujeres (11,8 puntos), la diferencia entre ambos grupos sigue siendo muy significativa. El abandono temprano masculino es un 72% superior.
El abandono escolar temprano es un proceso complejo y multifactorial. Por tanto, es importante considerar estos múltiples factores para entender tanto las disminuciones intensas del abandono en un determinado periodo como las políticas que pueden contribuir a su disminución:
Factores personales: escasa motivación, absentismo recurrente, problemas de comportamiento, bajas expectativas académicas, bajo rendimiento académico…
Factores asociados a la institución escolar: repetición de curso, experiencias escolares negativas, falta de orientación profesional, situaciones de acoso…
Cerca del 25% del alumnado no obtiene el título de la ESO y no puede continuar estudios posteriores.
Factores sociales: la consideración que la sociedad tiene de la educación, desestructuración y problemas familiares, escasez de recursos económicos, la nacionalidad de los jóvenes.
Factores económicos y laborales: el coste de los estudios, las posibilidades de acceder a becas y ayudas, el aumento de ofertas de empleo con escasa cualificación en el que ha abundado el dinero en determinados sectores ha atraído a los jóvenes insatisfechos con sus estudios.
Las causas del descenso tienen que ver con la falta de oportunidades laborales en un mercado de trabajo que exige una mayor formación y cualificación y las medidas que desde el ámbito educativo se están implantando.
El abandono escolar temprano está condicionado en gran medida por el fracaso escolar. Ambos conceptos son diferentes pero relacionados ya que son pocos los alumnos que obteniendo el título de ESO abandonan la escuela, y una mayoría de los que abandonan presentan una trayectoria académica negativa. Serán estos los que encontrarán más dificultades para continuar estudios de bachillerato o de ciclos formativos de grado medio.
Es muy importante atajar el fracaso escolar con programas multidimensionales, integrando el aprendizaje y las habilidades sociales e incluyendo la participación de las familias y de toda la comunidad. La LOMLOE apuesta por un sistema educativo más abierto, más flexible. Un modelo escolar más inclusivo y una mayor personalización del aprendizaje, con medidas de atención a la diversidad con un acompañamiento decidido al alumnado que presenta más dificultades en el proceso de aprendizaje, con refuerzos, desdobles, planes de atención al alumnado desfavorecido, con el objetivo de no dejar a nadie en el camino. Para ello se necesitan recursos económicos y materiales y sobre todo darles continuidad porque no son problemas que se solucionen de manera inmediata.
El papel de la Formación Profesional es clave para reducir el abandono escolar temprano. El impulso y el prestigio que se está dando a estos estudios, junto con un importante nivel de empleabilidad, está contribuyendo a que cada curso más estudiantes opten por esta vía.
Resulta crucial promover programas que favorezcan el retorno de los jóvenes que han abandonado el sistema educativo con un enfoque integral abarcando desde el ámbito académico hasta el crecimiento personal y social. Es necesario incluir en estos programas educadores y orientadores profesionales y para el empleo.
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