Aitor Zenarruzabeitia es el jefe de estudios del colegio
Caballero de la Rosa donde los jóvenes del Taller de Pioneros han realizado
el proyecto de Aprendizaje Servicio Construyendo Sonrisas.
¿Cómo ha visto las competencias de los chavales de Pioneros
en este APS?
La competencia que yo he visto que se desarrolla más
claramente es la competencia social en el sentido de que los jóvenes de
Pioneros han venido al colegio a presentar los productos que han trabajado para
este proyecto de Aprendizaje Servicio, APS. Esto requiere que en algunos momentos
han tenido que realizar los productos en directo, y en otros, exponerlos en las
aulas. En ambos casos siempre ha habido una relación con los pequeños y ha
supuesto primero valorar el propio producto y después sentirse orgullosos de
que han aportado su trabajo al colegio.
¿Cómo ha sido la respuesta de Pioneros ante la solicitud del
Caballero de la Rosa para este proyecto?
Entusiasta, descomunal, implicada al máximo, muy comprometida.
Nos ha llamado la atención la profesionalidad de los jóvenes que están muy bien
guiados por todos los profesionales de Pioneros. Ha sido una respuesta ilusionada
y técnica, es decir, con rigor, que no se está haciendo un “trabajito”, las
cosas se hacen bien y con una calidad tremenda y creo que con enorme entusiasmo,
cada vez tienen más confianza como si esto fuera un lugar para ellos como
puede ser para un escultor un museo. Un lugar donde las obras van a perdurar y
un servicio que queda ahí del que sentirse orgulloso y por supuesto que les va
a suponer una autoestima muy grande de decir “yo estoy aportando” además, al
propio sistema educativo, que es como darle la vuelta a la trayectoria que han
tenido estos muchachos y muchachas.
¿Qué relación se ha creado entre el Caballero de la Rosa y
Pioneros?
Una relación creciente, en un primer momento fueron las
aulas de infantil y primero y segundo, fue muy cercana porque era entrar en
ellas, explicar los juegos que habían realizado y enseñarles a los niños a
jugar. Esto mismo sería interesante poder hacerlo en los juegos de patio que
han realizado y organizar por ejemplo un recreo cooperativo donde ellos puedan
monitorizar los momentos de juego y explicarlos.
¿Qué aporta al colegio este proyecto?
Aporta una serie de trabajos y de juegos que nosotros los
profesores no tenemos ni el tiempo ni la artesanía para poder realizar. Es
acceder a unos trabajos a la carta porque hemos dialogado sobre cómo queríamos
estos juegos, hemos creado tamaños especiales, macro tamaños, y todo este
desarrollo solo se puede hacer con un proyecto de Aprendizaje Servicio, donde
ellos captan muy bien el interés educativo de estos juegos y lo aportan tal
cual.
¿Cómo han recibido los más pequeños este proyecto?
El lema del proyecto Aprendizaje Servicio lo dice muy bien:
“Construyendo sonrisas”, cuando hemos visto las caras de los críos el día que
estaba terminado el último circuito de ruedas, lo decía todo. Estaba todo
infantil encaramado en estas ruedas, cuando les ibas a preguntar sobre todo a
las grandes si les gustaba o no, decían “sí, estamos felices porque estamos
jugando en altura, como si fueran montañas”.