1.- “La más larga
caminata comienza por un paso”.
Este proverbio vale para muchos aspectos de la vida. Así se
puede aplicar a aprender a leer, a escribir, a sumar, a dividir, a andar, a
manejar el WhatsApp.
El proverbio vale igualmente para aprender que en la vida
uno no siempre puede hacer lo que quiere. Quizá el primer paso de este
aprendizaje fue el día que tu padre o tu madre te dijeron el primer NO o no
consintieron que te fueras a la cama sin tu baño y la ¡montaste gorda!
Este proverbio se puede aplicar al difícil aprendizaje de
hacer amigos y de lo sano que es tener al menos un amigo.
En muchos aspectos de la vida es verdad que la caminata más
larga comienza por un paso. Y lo que acabas de leer es la parte más amable de
esta teoría y vivencia, tan ampliamente experimentada.
2.- Ahora bien, el mismo proverbio puede tener su lado temible
y doloroso porque también es válido decir que la más destructora esclavitud de
la droga puede comenzar por un paso, por un trago de alcohol, por un porro, por
una pastilla. Es verdad que uno puede echar marcha atrás y no seguir por ese
camino. Pero es igualmente cierto que nadie llegará a la adicción de la droga
si no da el primer paso.
Con toda probabilidad, dada la cultura actual, más pronto
que tarde cualquiera tendrá la oportunidad de decidir si comprar droga o no y,
una vez comprada, si la consume o no. Es importante que la decisión no sea
tomada contra su propia voluntad. Y para ello se necesita ser asertivo, superar
el miedo a pasar por una “nena”, o a ser un “gallina” o “a estar bajo las faldas
de la madre” o “por el miedo a quedarte sin amigos y sin poder salir de casa”
y todo esto dicho o cantado por unos que se dicen amigos.
3.- Si la decisión tiene una dificultad grande, la ayuda
que uno necesita es también grande. Uno puede contar con la ayuda de su propia
familia y de unos amigos. Otro puede que no cuente con ninguna de estas ayudas.
En este caso solo puede echar mano de sus propias fuerzas. Para ello puede
utilizar el “disco rayado” (DR) y “el banco de niebla” (BN). El DR consiste en
responder siempre de la misma manera y el BN consiste en aceptar como posible
el ataque que te hacen pero negarse a hacer lo que te piden, que en este caso
es dar el primer paso en el consumo de droga. Y para negarse no dar ninguna
razón para ello. El recurso vale también para otros temas. A modo de ejemplo:
- Otro/s: ¡Anda, bebe! - Tú: No. No quiero beber.
- Otro: Venga; no seas “nenaza”, ¡no seas gallina!
- Tú: Es posible que sea un nenazas o un gallina, pero no
quiero beber. (BN y DR)
- Otro: Venga, hombre, ¡bebe!
- Tú: No. No quiero beber. (DR)
- Otro: ¡Mira que eres cabezota y gili…!
- Tú: Es posible que sea algo cabezota y algo de gili… (BN)
pero no quiero beber. (DR).
- Otro: ¡Mira que eres aburrido! ¡Venga, bebe!
- Tú: Puede que sea algo aburrido. (BN) No quiero beber.
(DR)
- Otro: Estás rayado, ¡eh! ¡Si no bebes vete a casita!
- Tú: Quizás esté algo rayado. (BN) No me iré a casa. No
quiero beber. (DR)
Y así hasta que el otro u otros se cansen y no logren que
des el primer paso en falso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario