Matías Salazar Terreros. Psicólogo.
Este artículo está elaborado en base a las aportaciones de
varias familias que he conocido durante mi trabajo profesional. Les pedí que me
dijeran por escrito lo que consideran más importante en la educación recibida
de sus padres. Una de ellas escribió lo que sigue: “Cuando caía enferma lo que
más me gustaba era que mi madre me hiciera compañía, pero no estaba mucho rato
porque las vecinas venían a comprar el pan y me tenía que dejar sola. Sin
embargo me ponía al lado de la cama una silla o un objeto para que pegara con
ello en el suelo y la llamara para acudir a ver qué necesitaba. Lo que yo
necesitaba era que se quedara conmigo, que me hiciera compañía; eso hubiera
sido la mitad de la medicina. Los valores que me han ido bien han sido la responsabilidad
y el respeto a todos.”
Otro testimonio expresa varias conductas a evitar en la
educación: “no tener en cuenta la opinión de los hijos al quejarse de los
profesores o del colegio: si lo hacías te castigaban en casa porque entendían
que el profesor tenía siempre la razón; quitar importancia a los problemas que
les contabas; desconocimiento de la autoestima, por eso te decían implícita o
expresamente tú no existes, tú no eres importante, tú no sirves para nada, tú
eres torpe y así hasta dejártelo de sobra”.
De otro padre recojo algunos valores o normas educativas
que influyen de modo decisivo y positivo en la persona y en la convivencia o
trato con los demás:
Valor del respeto entendido como evitar la agresividad
física (pegar, golpear, herir, destrozar cosas, robar,…) y verbal o
psicológica (insultar, poner etiquetas, hacer juicios negativos, burlarse de
los defectos de otro,...)
Valor de la coherencia que impide exigir a otro lo que tú no
haces.
Valor de la responsabilidad entendida como autonomía: uno
sabe lo que tiene que hacer y lo hace sin necesidad de que nadie se lo tenga
que recordar o mandar.
El valor de la sinceridad en las palabras y en los
sentimientos. Es el camino de la confianza y del entendimiento entre las
personas.
El valor de la amabilidad que hace a uno agradecido y cariñoso.
La amabilidad no cuesta dinero y hace que la vida sea más agradable.
En cuarto lugar copio otro testimonio breve sobre la
educación. Dice así: “Uno de los puntos a destacar y agradecer en la educación
recibida de mis padres ha sido el compartir, el que nadie es más que nadie y
por supuesto el respeto tanto a las personas como a las cosas. Todo esto no se
puede trasmitir si los padres no están llenos de amor y sin su ejemplo.
Estos no son todos los valores necesarios para una
educación entendida como un proceso de humanización. Pero los valores que
aparecen en los cuatro testimonios son fundamentales, imprescindibles.
Hay otro testimonio del gran experto en educación llamado
Aldo Naouri que en este momento llama poderosamente la atención. Dice: "Si
educamos a los hijos como demócratas, tendremos dictadores". Es decir, los
hijos necesitan normas, pocas, concretas y flexibles que les ayuden a caminar
seguros.
Acabo. Es mi mensaje: El GPS es una ayuda para hacer camino.
Los valores son el GPS que ayuda a construirse como humano, como buena
persona, como ciudadano y como buen profesional.
Enhorabuena Matías, precioso artículo.
ResponderEliminarRaúl, en nombre de Matías, te agradezco el comentario y me alegro mucho de que te haya gustado este artículo.
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