viernes, 8 de febrero de 2019

Comenzando el 2019, vamos a hablar de educación



Cándido Alberto Ruiz Cimarras, educador del Centro Menesiano ZamoraJoven


Educación…, una palabra muy recurrida en muchos momentos de nuestra vida y utilizada por toda la sociedad, pero de la que parece que hacemos un uso casi banal.

¿Qué es educar? ¿quién tiene que educar? ¿cómo se tiene que educar? ¿para qué se tiene que educar? Pueden ser algunas de las preguntas a las que deberíamos enfrentarnos antes de pensar más allá, a las que deberíamos enfrentarnos cuando vemos y experimentamos que algo falla en el constructo de nuestra sociedad para tener que recurrir a ella tan frecuentemente, ante las que deberíamos responder cuando somos conscientes que, o hacemos algo que genere un cambio, que rompa con lo establecido…, o mal vamos a llevarlo.

Educar entiendo, desde mi humilde opinión, que puede ser todo aquello que ayuda a construir, a crecer, a madurar a la persona, a construir la sociedad.

Educamos en cada momento de nuestras vidas, más si se es referente en algún ámbito concreto, pero cualquiera educa desde su posición. Todos somos ejemplo o muestra en algún momento. Todos somos capaces de trasmitir conocimientos, vivencias, todos somos capaces de transmitir la esencia de nuestra persona, de lo que somos. Por medio de lo que hacemos, o dejamos de hacer, por todo aquello que decimos o que callamos, por todo aquello que simplemente interpretamos. En definitiva, todos formamos parte de algo más grande que nosotros mismos o lo que nosotros pensamos como individuos, y eso que aportamos, eso que brindamos a los que nos rodean, también es educar.

Todo el mundo es responsable de su propia educación y de la de aquellos que están a su alrededor, sin importar la posición, edad, sexo, creencia…, todos tenemos esa responsabilidad por el simple hecho de ser parte de esta sociedad. No podemos dejar la responsabilidad de educar en manos de otras personas, porque no puede ser así. Nosotros, todos, somos responsables de ello, y mirar hacia otro lado no hace sino agravar determinadas situaciones de las que luego todos vamos a ser víctimas o vamos a padecerlas.

Podemos educar desde varios ámbitos, pasando desde la formalidad de los sistemas establecidos, a la informalidad de las propias relaciones humanas, pero todos esos ámbitos tienen en común la responsabilidad de saber que lo que hacemos o decimos tiene repercusiones, que formamos parte de un gran engranaje que hace que todos seamos necesarios, que hace que todos nos beneficiemos o no de saber cuál es nuestro papel, y como tenemos que jugarlo.

Creo a la hora de responder “para qué se tiene que educar” es necesario pensar en un beneficio mayor que el personal. Educar es necesario para seguir avanzando como sociedad. La educación es la base del cambio, es un ejercicio de bondad y responsabilidad hacia los demás.

Educar es un  ejercicio de prevención global, es la manera de forjar cimientos de personalidades estables, correctas, justas, coherentes. Educar es potenciar las capacidades de cada una de las personas para que sigan formando parte de ese gran engranaje, para seguir avanzando hacia la mejora de las personas, de nuestra sociedad, para seguir comprendiendo que gran parte de lo que soy, es lo que otros han dejado de impronta en mí, y que quiero pensar que en un futuro otras personas serán al menos una parte de lo que yo he dejado en ellas.

Creo que es importante poner todo nuestro empeño en ser mejores personas, en dar nuestra mejor versión en todo lo que hacemos, en creer que podemos aportar algo para seguir avanzando, en sentirnos parte viva de la sociedad, en educar desde los sentimientos, desde la cercanía, desde la comprensión, desde nuestra esencia personal, desde lo que soy y tengo para mostrar y ofrecer a los demás.

1 comentario:

  1. Muy cierto, me gusta q se haga hincapié en la responsabilidad de cada uno.

    ResponderEliminar